En 2023 se materializó el cambio de tendencia del sector, un año con un volumen de inversión total de 1.150 millones de euros, un descenso del 50 % respecto al récord de 2022, según CBRE.
Ante este escenario, Moinsa, la empresa madrileña especializada en soluciones logísticas para la cadena de suministro, ha analizado los retos que marcarán el 2024 en el sector: el encarecimiento y la escasez de suelo logístico en España, la falta de perfiles profesionales especializados, la llegada de los robots móviles autónomos (AMR) y la integración de tecnologías avanzadas como la IA.
- Falta de disponibilidad y encarecimiento del m2 logístico
La escasez de suelo logístico en España viene por una demanda creciente y una disponibilidad cada vez más limitada, lo que produce un aumento constante en los costos de alquiler y compra de espacios logísticos. Este incremento de precios coincide con lo expuesto en el informe de la consultora Savills, que sitúa a las zonas de Barcelona y Madrid entre las más caras de la Unión Europea en términos logísticos, ocupando el 2º y 14º lugar, respectivamente.
En Moinsa proponen maximizar el espacio de los activos disponibles por medio de soluciones flexibles y asequibles, como las entreplantas. Esta opción ayuda a las pymes a paliar la escasez de espacio frente a los grandes fondos inversores y big players de la industria.
- Poco atractivo del sector entre los jóvenes
El “VI Estudio de tendencias de empleo y talento logístico” realizado por el Foro de Logística y ManpowerGroup, reveló que la contratación de jóvenes de entre 18 y 25 años en el sector logístico no llega al 5 %. Además, este sector es percibido como menos atractivo en comparación con otras áreas que están más en línea con las habilidades digitales y los intereses de estos perfiles.
Para revertir esta situación, las empresas del sector deberán adoptar políticas relacionadas con la flexibilidad horaria, la conciliación familiar o el teletrabajo, estrategias que harán más interesantes estos puestos de trabajo entre el talento joven.
- La llegada de la automatización robótica
La implementación de robots móviles autónomos (AMR) ha supuesto un avance significativo en la automatización logística. Estos robots optimizan las operaciones de almacén, aumentando la eficiencia y reduciendo los tiempos de respuesta. “Estos robots permiten que los trabajadores se olviden de tareas monótonas y repetitivas y puedan centrarse en labores más estratégicas”, comenta Ismael Herreros, CTO de Moinsa.
- Integración de la IA a la cadena de suministro
La introducción de la IA en la industria abre un abanico de posibles mejoras en torno al análisis, la gestión de inventarios y optimización de rutas, permitiendo una toma de decisiones más directa y eficiente basada en datos.
No obstante, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores como los recursos humanos o las finanzas, la IA no va a tener un impacto tan directo de la logística, donde las personas seguirán siendo un factor imprescindible.