En un mundo laboral en constante evolución, la creación de un código de conducta efectivo es fundamental para fomentar un ambiente de trabajo ético y positivo. Este código, que se basa en reglamentos y leyes existentes, define las normas básicas de comportamiento en una organización y orienta a los empleados sobre las posibles acciones que pueden tomar en caso de infracciones y mala conducta, junto con las consecuencias que podrían derivarse. Además, sirve como guía para que los empleados lo apliquen en el lugar de trabajo y en sus relaciones con los socios comerciales, protegiéndose así contra delitos como la corrupción, el fraude o la discriminación.
La base de muchas directrices de cumplimiento y del éxito de la empresa radica en un sólido código de conducta. De acuerdo con un estudio que ha llevado a cabo Deloitte, el 91% de los directivos considera que la ética y la integridad son dos asuntos relevantes dentro de sus organizaciones y siete de cada diez las tiene entre sus objetivos estratégicos. En este sentido, más de la mitad de las empresas cuenta con una persona o equipo a cargo de ella, aunque en la mayoría de los casos es una tarea compartida con otras funciones.
Por este motivo EQS Group, líder del mercado en sistemas de compliance digitales en Europa, presenta cinco consejos clave para que las empresas puedan desarrollar un código de conducta sólido, basándose en principios fundamentales de ética y comportamiento profesional.
- Involucra a los empleados en el proceso de creación:
A la hora de crear un código ético, las empresas deben fomentar la participación activa de los empleados en la elaboración del documento. Esta colaboración no solo aumentará la aceptación del código, sino que también puede generar ideas valiosas y promover un sentido de propiedad en la cultura empresarial.
- Claridad y simplicidad en el lenguaje:
Las empresas deben asegurarse de que el código de conducta sea claro, conciso y fácil de entender. Hay que emplear un lenguaje sencillo y evitar la jerga técnica para que todos los empleados, independientemente de su nivel de experiencia, puedan comprender las expectativas de comportamiento. Además, hay que darlo a conocer entre los empleados para que todos ellos sepan que existe.
3. Todo se entiende mejor con ejemplos:
Proporcionar ejemplos concretos de comportamientos aceptables e inaceptables en lugar de depender únicamente de declaraciones generales. Esto ayuda a ilustrar las expectativas de manera práctica y brinda a los empleados una guía clara sobre cómo aplicar el código en situaciones reales. De esta forma las empresas disiparán las dudas de los empleados ante situaciones menos comunes.
- Hay que estar al día de la ley:
Un código de conducta no debe ser estático, sino que tiene que estar alineado con las nuevas leyes que se publiquen. Es crucial revisar y actualizar el código regularmente para garantizar que sigue siendo relevante y efectivo, adaptándolo a los cambios en la empresa y su entorno. Las empresas deberían incluir un proceso para realizar revisiones periódicas y ajustes según sea necesario.
- Explicar las consecuencias justas:
Las empresas deben ser muy claras especificando las consecuencias de violar el código de conducta. Tienen que asegurarse de que las sanciones sean proporcionadas a la gravedad de la violación y que se apliquen de manera consistente. La aplicación equitativa del código refuerza la importancia de cumplir con las normas establecidas.