El pasado mes de diciembre entró en vigor la Ley 2/2023, de 20 de febrero – también conocida como Ley Whistleblowing – que obliga a todas las empresas, con más de 50 empleados, a habilitar un canal interno a través del cual, los trabajadores, puedan denunciar de manera anónima determinadas conductas.
No tener operativo este canal de denuncias es una de las infracciones – muy graves – que contempla la nueva ley, con multas de hasta un millón de euros en los casos más severos de infracción; pero, además, la whistlebower perseguirá aquellos casos en los que se impida o dificulte una denuncia, no se cumpla con el derecho de confidencialidad o se lleven a cabo represalias contra los denunciantes.
De la nueva ley, operativa desde el 13 de junio para empresas con más de 250 trabajadores y desde diciembre para más de 50, una de las mayores dudas es la capacidad de garantizar la confidencialidad de los informantes, por ello, “los responsables de gestionar el canal de denuncias juegan un papel fundamental, ya que son los encargados de asegurar el cumplimiento normativo y la protección del denunciante” señala Mª Carmen Lacuesta, CEO de Happÿdonia.
Un momento crucial para el whistleblowing en España en el que, compañías tecnológicas como Happÿdonia juegan un papel clave para ayudar a cumplir la ley, evolucionar en la cultura compliance, e impulsar el compromiso ético de las empresas con todas las garantías de seguridad para sus stakeholders.
Para ello, Happÿdonia ha desarrollado un software propio, de la mano de grandes boutiques laboralistas, cumpliendo un alto standard de calidad que “da respuesta a los requisitos y obligaciones de esta ley, a través de una app o formulario web, totalmente customizable para cada caso que garantiza el anonimato de los denunciantes”, añade Lacuesta.
Una solución que se puede implantar en cuestión de segundos, de forma interna o pública, permitiendo a las empresas cumplir con los requisitos legales.