Las oficinas de la sede central de Ferrer, ubicada en Barcelona, han conseguido el certificado Leadership in Energy and Environmental Design (LEED, por sus siglas en inglés) Platino, la máxima categoría de un sello de prestigio internacional otorgado por United States Green Building Council (USGBC). El reconocimiento para el laboratorio farmacéutico llega tras la implementación de soluciones prácticas y medibles en ámbitos como la construcción sostenible de los espacios físicos, el ahorro de agua, la eficiencia energética, la selección de materiales y la calidad de los ambientes interiores.
Los edificios construidos según los estándares definidos por USGBC permiten a las empresas operar de manera más respetuosa con el medioambiente y brindan a sus usuarios un espacio saludable y cómodo para trabajar.
“Las reformas de las oficinas históricas de Ferrer son un reflejo de nuestra estrategia corporativa, que tiene entre sus pilares fundamentales el bienestar de las personas y el cuidado del planeta. Las obras, que empezaron en 2019, se realizaron precisamente con el objetivo de facilitar el trabajo colaborativo y la flexibilidad laboral entre las personas vinculadas a la compañía, un requerimiento fundamental para cumplir con el objetivo de crear una cultura basada en la confianza y la responsabilidad” declara Marta Anglada, Head of Sustanaibility en Ferrer. “La obtención de la máxima categoría del sello LEED avala el rendimiento óptimo de los nuevos espacios en términos de beneficios para el medioambiente y para la salud de los trabajadores y las trabajadoras”.
Entre los aspectos clave que han permitido a la sede central del laboratorio farmacéutico obtener la certificación LEED Platino, destaca la eficiencia en el uso del agua mediante mecanismos que garantizan un ahorro del 60,8% en el consumo de los recursos hídricos respecto a la operativa habitual de estas instalaciones, además de las reducciones del 23,6% en el consumo de electricidad y del 51,3% en la generación de residuos. Por otro lado, el 100% de la energía utilizada por las nuevas oficinas de Ferrer procede de fuentes renovables, lo que contribuye al objetivo de eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y de promover la descarbonización energética de toda la compañía.
El laboratorio farmacéutico ha sumado 83 puntos en el proceso de certificación, superando así el umbral definido por USGBC que otorga de forma automática el sello LEED Platino, el de mayor prestigio a nivel internacional para las construcciones sostenibles.
“Los resultados obtenidos y la consecución de esta certificación refuerzan el compromiso de Ferrer con su estrategia de gestionar la actividad empresarial de forma sostenible, contribuyendo al bienestar de las personas y a proteger el planeta en el que vivimos”, señala Anglada. “En nuestra hoja de ruta está previsto obtener la certificación LEED para todos nuestros centros operativos con una superficie superior a 1.000 m2”.
La certificación LEED representa una herramienta que otorga la posibilidad de lograr beneficios a largo plazo en el ciclo de vida de los edificios para un mejor rendimiento energético, con el consiguiente bienestar de los usuarios del inmueble y del planeta.
«Proyectos de construcción innovadora como el de Ferrer representan un impulso fundamental para transformar la forma de diseñar y construir los edificios y, por tanto, de utilizarlos», afirma Peter Templeton, presidente y director ejecutivo del USGBC. “Los inmuebles que logran la certificación LEED reducen las emisiones de carbono a la atmosfera, los costes operativos y el uso de recursos, y a la vez priorizan la salud de las personas y las prácticas de sostenibilidad. Gracias a Ferrer, hemos aumentado el número de construcciones sostenibles y nos estamos acercando al objetivo de superar al de los edificios convencionales, lo que también nos hace responsables desde un punto de vista ambiental y social de la mejora de la calidad de vida de las generaciones futuras”.