Las organizaciones no gubernamentales (ONG) contribuyen de forma indispensable a nuestra sociedad con su labor social y medioambiental. Sin embargo, los problemas de Recursos Humanos afectan a menudo gravemente a su importante labor. Así lo demuestra un nuevo estudio presentado en un acto celebrado en Londres por la Fundación Personio en colaboración con la consultora Impact46.
Por primera vez, más de 1.100 ONG de 115 países de todo el mundo han sido encuestadas sobre la situación de los RR. HH. en su organización. El estudio revela que los mayores retos en materia de Recursos Humanos residen en la captación y retención del talento, las condiciones de trabajo, a menudo difíciles, el seguimiento y fomento del rendimiento de los empleados, la falta de herramientas y recursos de estos departamentos y el cumplimiento de marcos legales complejos.
La contratación y retención de empleados como reto clave
Muchas ONG se enfrentan a una fuerte competencia para obtener ayuda financiera a través de donaciones y subvenciones. Además de dificultar la optimización de la organización, los procesos y las herramientas, la falta de financiación también puede afectar a la capacidad de estas organizaciones para atraer y retener talento: el 52% de las ONG encuestadas afirma que atraer personal cualificado es un problema importante. El 72% afirma que sus salarios no son competitivos en comparación con el sector privado.
Además, los beneficios no monetarios en el sector no lucrativo no son tan comunes como en el privado: la escasez de oportunidades de promoción y desarrollo, la falta de reconocimiento y las duras condiciones de trabajo -a menudo resultado de trabajar en regiones en crisis o en situaciones psicológicamente estresantes- hacen que su rotación de personal (15-25%) sea mayor que en las empresas privadas (10%).
La falta de equipos de RRHH y de herramientas digitales como obstáculo
La gestión de los empleados es compleja y requiere mucho tiempo en cualquier tipo de organización, especialmente en las ONG, que suelen tener una plantilla muy diversa y dispersa geográficamente. Según la encuesta, la mitad de las encuestadas (50%) tienen menos de diez empleados. Sin embargo, en el caso de las más pequeñas en particular, las tareas de RR. HH. suelen recaer en los propios directores generales, que por lo tanto tienen que asumir esta gestión además de otras tareas clave como la recaudación de fondos y la gestión de proyectos. De media, alrededor del 50% de las organizaciones sin ánimo de lucro no cuentan con un empleado profesional a tiempo completo responsable de la gestión de personal. Como resultado, incluso los procesos de RR. HH. más sencillos, como la información periódica a los empleados o la introducción de una estructura organizativa coherente, a menudo no se llevan a cabo o se hacen de forma insuficiente.
Casi el 40% también cita la falta de herramientas de gestión de RR. HH. como uno de los mayores retos, con consecuencias tangibles. La falta de datos para las revisiones del rendimiento o el seguimiento del estado de los proyectos impide introducir criterios de evaluación normalizados para la productividad de los empleados y dificulta demostrar el éxito y la existencia de estructuras profesionales y basadas en datos, sobre todo a los financiadores.
Son necesarias inversiones estratégicas (monetarias y no monetarias)
Según los líderes y profesionales de las organizaciones sin ánimo de lucro, el potencial sin explotar de la gestión de personas es inmenso y actualmente está desatendido. Sin embargo, aunque actualmente las ONG tienen que superar algunos retos en materia de RR. HH., existen soluciones que facilitan la superación de estos obstáculos.
«En principio, ya existen herramientas digitales de RR. HH. que pueden ayudar eficazmente a las ONG. Sin embargo, su uso es todavía muy bajo», comenta Philipp Richter, Director General de la Fundación Personio. «Aquí es precisamente donde creemos que los donantes y las fundaciones tienen la responsabilidad de transmitir su experiencia. Además de la financiación tradicional de proyectos, hay que centrarse más en inversiones estratégicas, por ejemplo en gestión de personal y procesos organizativos. Sólo así podrán crear una organización sostenible que ofrezca el mejor apoyo posible a su misión y a los empleados que la llevan a cabo.»
«Los donantes y las fundaciones deben ir más allá de la financiación tradicional de proyectos y, en su lugar, conceder subvenciones plurianuales sin restricciones. Así se apoyarán inversiones a largo plazo que aborden las debilidades estructurales de las ONG», afirma Nicola Croasta, directora general de Impact46.
Cada vez es más importante que las ONG inviertan en sus empleados y adopten una visión más amplia de la retribución. Además del salario ordinario, la satisfacción de los empleados también puede incrementarse a través de palancas no monetarias: por ejemplo, mediante la creación de un entorno agradable, horarios de trabajo flexibles, oportunidades de formación y desarrollo, el establecimiento de puntos de contacto de apoyo o la mejora de las estructuras organizativas y de procesos.
Puedes leer el estudio completo aquí.