Ser autónomo en España, o ser un trabajador por cuenta propia, implica cumplir con diversas responsabilidades y desafíos. Sin embargo, los autónomos disfrutan de ventajas y beneficios fiscales que resultan de gran utilidad a la hora de gestionar las finanzas. Además, los beneficios están diseñados para apoyar a los ciudadanos que eligen emprender y trabajar por cuenta propia.
Los trabajadores autónomos, también deben cumplir con los requisitos de la Agencia Tributaria y pagar los impuestos correspondientes a su actividad. Por tanto, si estás considerando dar el paso y te gustaría saber cómo ser autónomo en España, en este post te explicaremos las ventajas de darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
Beneficios fiscales de los autónomos
Como hemos mencionado anteriormente, los autónomos tienen la obligación de cumplir con los requisitos de la Agencia Tributaria y declarar la renta cada año. Además, también pagan otros impuestos de forma regular, como por el IRPF y el IVA.
Sin embargo, disponen de algunas ventajas fiscales como veremos a continuación:
Deducciones
Uno de los beneficios fiscales más habituales, las deducciones, reducen de forma directa la base imponible sobre la que se calcula el impuesto. Para que puedan estar elegibles a esta ventaja, los autónomos deben reunir y justificar una serie de requisitos, como por ejemplo:
- Alquiler de local, adquisición de material de trabajo, gastos de servicios externos, seguros, gastos de electricidad, entre otros.
De esa manera, reuniendo y justificando los requisitos, los trabajadores autónomos pueden reducir el importe de los impuestos a pagar, como el IRPF y el IVA.
Exenciones
Si las deducciones permiten que los autónomos reduzcan el importe de los impuestos, las exenciones eximen los trabajadores de asumir con el pago de un determinado impuesto. Uno de los ejemplos que se aplican a este caso es la baja por paternidad o maternidad. Por tanto, las exenciones reducen la carga fiscal y pueden hacer que la actividad autónoma sea más rentable en un determinado periodo.
Tasas Reducidas
Cuando te das de alta y empiezas a cotizar por primera vez al RETA, es decir, cuando inicias una actividad profesional como autónomo y empiezas con tu negocio, se aplican unas tasa reducidas de impuestos. En los tres primeros años como autónomo, el porcentaje aplicado al IRPF es de 7%.
Bonificaciones
Aparte de las deducciones, exenciones y tasas reducidas, los autónomos también cuentan con bonificaciones. Algunas de las bonificaciones son: bonificaciones para autónomos con discapacidad, baja temporal, tarifa plana para madres autónomas, entre otras.
Aplazamientos o Fraccionamientos de Impuestos
Cuando los trabajadores autónomos no pueden hacer frente al pago de sus obligaciones tributarias o ante una situación de falta de liquidez, ellos tienen la posibilidad de entrar en un acuerdo con la Agencia Tributaria y aplazar o fraccionar el pago de los impuestos. En este caso, muchas veces los trabajadores deben pagar un pequeño interés como resultado del aplazamiento.
Ahora que ya conoces un poco sobre las ventajas de los trabajadores autónomos, es importante recordar que las condiciones y los requisitos para acceder a cada una de estas ventajas puede variar con el tiempo y según la situación de cada uno.
Por tanto, es siempre recomendable que consultes toda la información con tu asesor fiscal o en la web de la Agencia Tributaria.