Cesce, en el marco de su política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), ha destinado 50.000 € a las víctimas del devastador terremoto acaecido en Marruecos con el propósito de paliar sus catastróficas consecuencias. La contribución forma parte del convenio de colaboración que Cesce mantiene firmado con Cruz Roja y, en consecuencia, de su aportación al Fondo de Ayuda para Emergencias para promover actividades e iniciativas que contribuyan al desarrollo de personas en situación de vulnerabilidad por situaciones de crisis y emergencias.
En palabras de Fernando Salazar, presidente ejecutivo de Cesce, «nuestro convenio con Cruz Roja busca precisamente dar una respuesta rápida y eficaz a las catástrofes como la de hace tan solo unos días en Marruecos. Muestra de nuestro firme compromiso en materia de RSC, desde Cesce nos volvemos a movilizar para aportar nuestro granito de arena con el que mitigar las devastaras consecuencias frente a sucesos de esta naturaleza».
Cesce encadena más de diez años de colaboración con Cruz Roja mediante distintas iniciativas de sus empleados, a las que suma sus contribuciones puntuales para hacer frente a situaciones de crisis y emergencias, tanto nacionales como internacionales, a través del Fondo de Emergencias. Buena muestra de ello son sus aportaciones a las catástrofes del terremoto en Turquía y Siria, en febrero de este mismo año, la contribución a Sudán en el primer semestre de 2023, la del volcán de la Palma, en octubre de 2021, y a las víctimas de la guerra de Ucrania, el pasado 2022.
Estas acciones se enmarcan dentro de la política de RSC de Cesce con la que pretende extender su compromiso con la sociedad. Asimismo, se busca sumar en el impulso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En este caso, se atienden a los siguientes objetivos: fin de la pobreza (ODS 1), salud y bienestar (ODS 3), trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8), reducción de las desigualdades (ODS 10).
Las distintas iniciativas emprendidas por Cesce muestran el cumplimiento de los valores éticos que imperan tanto en la actuación de la compañía, definida como responsable y comprometida con los Derechos Humanos, el Medio Ambiente y la Sociedad, como en los comportamientos de sus empleados y empleadas, cuyos valores son la lealtad, honestidad, responsabilidad y la integridad.