Los problemas de salud mental en el entorno laboral han sido uno de los temas más relevantes en lo que al empleo en España se refiere durante los últimos años. Conceptos como el estrés o la ansiedad se han convertido en algunos de los principales causantes de ausencias y bajas laborales.
De hecho, según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, los problemas de salud mental provocan la pérdida de 12.000 millones de días de trabajo cada año, una cifra que supone casi un billón de euros menos para la economía mundial.
Este hecho alcanza uno de sus mayores picos en el mes de septiembre, mes en el que se vuelve al trabajo tras las vacaciones de verano, y es que, tal y como explica el SEPE, durante este periodo se produjeron un total de 261.494 renuncias voluntarias en España en el pasado año, un dato que supuso un máximo histórico y que aumentó un 25% respecto al mismo mes de 2021.
Por otra parte, este mes de junio se ha producido en nuestro país un récord de dimisiones, ya que, un total de 280.678 personas han decidido abandonar su puesto de empleo, una cifra que hace presagiar que el mes de septiembre supondrá un nuevo reto para las empresas españolas en este aspecto.
En este sentido, Facundo Gauto, consultor especialista del partner de soluciones integrales de recursos humanos S&you, además de life coach y especialista en psicología positiva ha explicado que “la vuelta al trabajo tras el periodo vacacional es un gran desafío para la salud mental de los trabajadores y para el correcto funcionamiento de las empresas. Las compañías deben asegurarse de que sus empleados se reincorporen en las mejores condiciones posibles para evitar el aumento de renuncias y el descenso de la productividad.”
Además, Gauto ha elaborado una lista de consejos para que las empresas logren que la vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano no suponga un problema para la salud mental de los empleados:
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Definir las tareas pendientes y los nuevos objetivos: Preparar con anticipación el regreso de los trabajadores puede ayudar en gran medida a reducir el estrés en la vuelta al trabajo. Tener un correcto orden de las tareas a realizar mientras se reincorporan a la rutina facilita la gestión del trabajo y mitiga un posible descenso de la productividad.
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Priorizar la relajación con programas de mindfulness: El mindfulness permite combatir el estrés y la ansiedad, dos de los mayores problemas de salud mental relacionados con el trabajo. Gracias a la reducción de los niveles excesivos de cortisol que se consiguen durante este tipo de sesiones, se logra controlar el estrés y mejorar la salud mental.
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Mantener limpios y organizados los espacios de trabajo: Para crear un correcto ambiente laboral también se debe velar por la correcta limpieza y organización de los espacios de trabajo. Los empleados pasarán en torno a 8 horas diarias en él, por lo que es muy importante que se sientan cómodos y que este se adapte a sus necesidades.
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Realizar teambuildings: Este tipo de actividades son otra gran estrategia para fomentar la buena salud mental de los trabajadores. Tras el verano, la realización de teambuildings permitirá afrontar la vuelta a la rutina de una manera más relajada a la vez que fomentará el buen ambiente en la oficina y mejorará la interacción y el trabajo en equipo de los empleados.
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Fomentar la desconexión digital fuera del horario laboral: La ausencia de desconexión digital es una de las principales causas del aumento del estrés en los trabajadores. Este hecho puede provocar un gran aumento del burnout o agotamiento mental y puede verse reflejado en fenómenos como el quiet quitting o el descenso en la productividad. Fomentar una correcta desconexión digital permitirá que los empleados afronten su jornada laboral con una correcta actitud y que puedan descansar correctamente fuera de su horario de oficina.
Cabe recordar que, tal y como explica el Ministerio de Seguridad Social, los trastornos mentales y de comportamiento son la tercera causa de baja más duradera en nuestro país, con una media de 108 días, por lo que es fundamental dar a este tipo de problemas la atención adecuada y que, tanto empresas como trabajadores colaboren para reducirlos lo máximo posible.