La inflación de los puestos de trabajo es la tendencia que siguen numerosas empresas al ofrecer a sus empleados títulos de trabajo elevados e imponerlos sin ningún tipo de impacto real en el desarrollo profesional o incluso en la retribución.
«Antes, títulos como líder, director o socio requerían años de experiencia y trabajo duro. Sin embargo, ahora parece que eso está cambiando. Es lo que a nivel coloquial podemos llamar ‘titulitis’ y es cada vez más común entre los profesionales jóvenes de la generación Z», señala Begoña Soler, Managing Consultant en Walters People, empresa de selección y trabajo temporal especializada en perfiles junior, técnicos, de gestión y apoyo cualificado.
Según un análisis de más de 2 millones de anuncios en el sector tecnológico realizado por Datapeople, los responsables de selección han triplicado el uso de la palabra «líder» para trabajos destinados a jóvenes profesionales desde 2019. Al mismo tiempo, el uso de la palabra «junior» se ha reducido a la mitad.
¿Cuál es la raíz de la inflación de los puestos de trabajo?
La proliferación de estos títulos profesionales se produce en un momento en el que las empresas tienen que hacer grandes esfuerzos para adaptarse a las expectativas de los profesionales de las generaciones más recientes, como la generación Z, sin necesariamente disponer de los medios económicos para reflejarlo en su retribución.
Según una encuesta realizada por Walters People, más de la mitad de la generación Z espera ser promocionada cada 12-18 meses y, si no lo consigue, comenzará a buscar activamente un nuevo empleo.
¿Por qué las organizaciones permiten la inflación de puestos de trabajo?
Al inflar los puestos de trabajo, las organizaciones tienen como objetivo dar una imagen de credibilidad frente a sus clientes y socios. Además, esto puede llegar a compensar las oportunidades de promoción interna limitadas o los salarios por debajo del mercado. Por tanto, el título profesional se convertiría en un medio adicional para fidelizar el mejor talento en un mercado laboral extremadamente competitivo.
«Es común que un profesional de la generación Z prefiera una posición de jefe de datos dentro de una start-up, a ser analista de datos en una Big 4. Además, para las start-ups es importante mostrar un organigrama senior a la hora de buscar financiación», analiza Soler.
¿Qué problemas puede generar la inflación de los puestos de trabajo?
Datapeople señala que si el término «senior» se utiliza incorrectamente, el número de personas que se postulan a la oferta de trabajo puede disminuir en un 39%. Los candidatos menos experimentados podrían percibirse como poco cualificados para el puesto, incluso aunque tengan las competencias adecuadas. Por otro lado, los candidatos con amplia experiencia se podrían sentir desanimados por un desarrollo de tareas y un nivel de responsabilidad inferiores a su nivel.
«Los candidatos con títulos rimbombantes y superiores a sus competencias reales, no podrán justificar adecuadamente su trayectoria profesional durante una entrevista de trabajo, y, por tanto, pueden tener dificultades a la hora de conseguir el trabajo que desean», declara Soler.