En España, las mujeres ocupan solamente el 23% de los puestos de trabajo en el sector TIC. Por este motivo, nace en 2017 Adalab, la primera escuela de España especializada en formación tecnológica para mujeres. Desde entonces, más de 750 alumnas han cursado sus bootcamps de programación Web y Data Analytics y, el 90% de éstas, trabajan a día de hoy en el sector tech como programadoras full-stack y analistas de datos; en empresas como BBVA IT España, Amazon, Openbank, Accenture, Decathlon, Vueling, Microsoft o Cabify, entre otras.
Con motivo del Día del Programador, que se celebra el 13 de septiembre, Adalab ha llevado a cabo un estudio entre sus alumnas para conocer cuál es el perfil de las mujeres que deciden cambiar su rumbo profesional e introducirse en un sector especialmente ocupado por hombres.
Según Adalab, las mujeres que se preparan para ser programadoras en busca de una segunda oportunidad laboral tienen una edad media de 31 años. La mayoría, cuentan con estudios universitarios (el 77%) y, casi la mitad, tienen un nivel de inglés igual o superior a un B2 (el 42%).
De las programadoras que pasaron por Adalab, la mayoría estaban en situación de desempleo antes de hacer la formación (el 70,5%) y provenían de sectores totalmente diferentes al mundo tech. De hecho, solo el 2% habían estudiado previamente Informática. La mayoría provenían de la rama de las Ciencias Sociales y Jurídicas (el 43%), el 24% de Artes y Humanidades, el 7% de Ciencias de la Salud, y el 10% de la rama de Ingeniería y Arquitectura.
En cuanto al lugar de procedencia de las mismas, Madrid lidera el ranking, siendo la comunidad autónoma con más mujeres que se reinventan y estudian programación.
En segundo lugar, se encuentra Andalucía y le sigue Galicia, que ocupa el tercer puesto. El top 5 lo completa la Comunidad Valenciana y Cataluña, con el cuarto y quinto puesto del ranking respectivamente.
En cuanto al salario medio que perciben las programadoras en España recién incorporadas al mercado laboral en este sector es de 20.800 euros brutos anuales.
Además, el 39% trabajan en remoto y el 41% lo hacen de forma híbrida, y alternan la presencialidad en la oficina con el teletrabajo. Este modelo de trabajo está muy valorado, pues ofrece ventajas de cara a la conciliación laboral y familiar, y más si tenemos en cuenta que tres de cada diez mujeres que se forman en el sector son madres, según Adalab.
“Las mujeres tienen que pasar de ser espectadoras a ser protagonistas en el sector. El futuro tecnológico debe ser inclusivo y estamos más cerca de conseguirlo. Poco a poco, hay más mujeres que quieren formarse para poder ocupar puestos de trabajo que, hasta el momento, solo ocupaban los hombres”, asegura Inés Vázquez Ríos, cofundadora & CEO de Adalab.
“Nosotras pertenecemos a esa generación de niñas que como muchas otras se educaron sin referentes femeninos en ciencia y tecnología. Ahora, trabajamos para que otras mujeres se formen en un sector con futuro lleno de oportunidades en el que la demanda de empleo supera a la oferta. Hay que romper la brecha de género en el sector tecnológico” y Rosario Ortiz de la Orden, cofundadora & COO de Adalab.