A pesar de contar con una valiosa herramienta para el desarrollo y fidelización de su talento, las empresas en España siguen desperdiciando una parte significativa de sus créditos de formación continua. Según datos del año 2022 proporcionados por Fundae, el 55% de estos créditos asignados en función del número de trabajadores quedan sin consumirse, lo que equivale a la asombrosa cifra de 473,86 millones de euros en recursos de formación sin utilizar.
Según el análisis de los datos realizado por la consultora Equipo Humano, las empresas que más hacen uso de su crédito son las empresas comprendidas entre 1 y 5 trabajadores que consumen el 70% seguidas de las empresas que tienen a más de 5 mil trabajadores que consumen un 59% y por último, son las empresas entre 50 y 500 trabajadores las que menos aprovechan este recurso tan valioso al utilizar solo un 54% de los créditos de formación.
Explica el CEO de EQUIPO HUMANO, José Enrique García que este panorama contrasta con la tendencia europea, donde la formación continua se considera un mecanismo esencial para la fidelización del talento. “Proyectos como «LEARN | Towards a Holistic Transformation of Organisations Into Learning Workplaces» (Aprender | Hacia una Transformación Integral de las Organizaciones en Lugares de Trabajo de Aprendizaje), respaldado por la Comisión Europea, demuestran cómo la formación continua es premiada y alentada como una inversión estratégica en el crecimiento y la sostenibilidad de las empresas”
En opinión de García en un momento en que la competencia por el talento es más intensa que nunca, el hecho de que las empresas dejen sin utilizar más del 45% de sus posibilidades de formar y desarrollar a sus trabajadores es un desperdicio que debe abordarse lo antes posible. “Las empresas deben de aprovechar estos recursos para mantenerse competitivas en un mercado laboral en constante evolución y ofrecer oportunidades de desarrollo y crecimiento a su personal”
Para García es urgente que las empresas interioricen la importancia de la formación continua como pilar fundamental para el desarrollo y fidelización del talento. En este sentido señala que, en un mundo empresarial caracterizado por la constante evolución y la feroz competencia por los profesionales más capacitados, invertir en el crecimiento y la adquisición de habilidades de los empleados y empleadas se convierte en una estrategia indispensable, “la formación no solo nutre a los trabajadores con conocimientos actualizados, sino que también les infunde confianza, fomenta la innovación y aumenta su compromiso con la empresa. Además, una plantilla bien formada y comprometida no solo impulsa la productividad, sino que también fortalece la posición competitiva de la empresa en el mercado. En resumen, la formación es la clave para el florecimiento del talento, la mejora de la eficiencia y la construcción de un futuro sólido y sostenible para las empresas”.