La vuelta de vacaciones de verano marca el segundo “comienzo del año” en todos los ámbitos de nuestra vida. Y esto afecta y mucho al recurso principal de las compañías, a su activo más importante: las personas que la forman. Recuperar la rutina puede generar un estado de desánimo a los equipos, que vuelven tras varios días de desconexión y de cargar pilas para su regreso.
Por eso, es misión de managers y directivos, con la ayuda y el apoyo de Recursos Humanos, crear acciones y adaptar procesos para suavizar al máximo la vuelta al trabajo. Esto es mucho más sencillo cuando la compañía ya tiene una estrategia donde el bienestar de las personas, sus necesidades y prioridades cambiantes están en el centro. No debemos olvidar que solo cuando nuestros empleados se encuentran bien son capaces de ser productivos, pero no solo eso; cuando los líderes y gerentes priorizan el cuidado del bienestar de sus colaboradores, estos se sienten más comprometidos y enérgicos, lo que se traduce en un mayor enfoque y creatividad en sus tareas diarias.
Crear una pequeña estrategia de vuelta de la oficina puede ayudarte a que el descenso de productividad sea mínimo, y además, que el equipo se sienta cuidado y escuchado, por lo que su motivación se fortalece. Para ello, es recomendable tener en cuenta:
- Evaluaciones de desempeño para una transición sin problemas
Antes de sumergirnos en la vorágine del trabajo diario, es esencial realizar evaluaciones a todo el equipo. El motivo es muy sencillo: necesitamos saber exactamente de dónde partimos, en qué estado se encuentra nuestro equipo, para a partir de esa información poder tomar decisiones, pasar a la acción y poner en marcha las acciones que mejor contribuyan a su bienestar, y por lo tanto, a su productividad. Esto nos permitirá identificar posibles preocupaciones o problemas antes de que se conviertan en obstáculos.
Las evaluaciones de desempeño pueden incluir preguntas sobre el estado emocional y físico de los empleados, así como sus niveles de energía y motivación. Para simplificar este trabajo al máximo existen softwares de recursos humanos como Sesame HR, que a través de su funcionalidad de evaluación de desempeño permite, además de facilitar la creación y envío de los cuestionarios, tener un análisis completo de los resultados recogidos gracias a su sistema de Inteligencia Artificial. Interpretar los datos a veces es algo complejo, y es una buena forma de ahorrar tiempo y asegurarte que recibes la mejor información.
- Establecer objetivos y prioridades claras
El final del verano es una oportunidad muy buena para echar un poco el freno y analizar el estado de las cosas con más perspectiva. Así, los managers pueden aprovechar para repasar los objetivos generales y los de cada persona del equipo, ver si siguen alineados con la estrategia general de la empresa, y también analizar si la dirección que se está siguiendo es la correcta o es necesario un reajuste.
Es importante reunirse con cada miembro del equipo para discutir sus metas a corto y largo plazo y darles toda la información que necesitan. En definitiva, comunicarse mucho con ellos. Establecer objetivos claros no solo ayuda a mantener la motivación, sino que también permite a los empleados comprender cómo su trabajo contribuye al éxito general de la organización. Además, esto permitirá que entiendan y sepan marcar mejor sus prioridades, evitar la sensación de abrumo y enfocar su energía en las tareas más importantes.
- Enfocarse en la productividad y no en la cantidad de trabajo
Dado que los primeros días de trabajo el equipo puede estar a medio gas, es necesario elegir muy bien las primeras tareas a las que se van a dedicar, y priorizar la calidad antes de la cantidad. Esto implica asignar tareas que sean relevantes y desafiantes, pero también adecuadas para las habilidades y capacidades de cada miembro. Además, se deben establecer plazos realistas y ofrecer la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios que puedan surgir.
Es un buen momento para revisar procedimientos y la forma de ejecutar las tareas, porque podemos encontrar formas de optimizarlas a través de herramientas que nos permitan automatizar algunas partes y conseguir que el foco esté en tareas más estratégicas. Proporcionar a los empleados las herramientas y el apoyo necesario para realizar su trabajo de manera eficiente y eficaz será clave para aumentar la productividad general.
- Cuidar de su bienestar y reforzar el compromiso
Como ya hemos mencionado, el bienestar y la productividad tienen una relación directa. La realidad es que los empleados no pueden rendir a plena capacidad si no tienen un bienestar físico, mental y emocional. Cuando los empleados se sienten valorados, apoyados y cuidados, experimentan un aumento en su motivación, compromiso y satisfacción laboral. Por eso, en los momentos del año en los que necesitan una dosis extra de motivación y energía, es especialmente importante poner en marcha acciones que lo refuercen.
Hemos mencionado ya las evaluaciones, que son una herramienta perfecta para comprobar cómo están. Ser muy claros con lo que se espera de ellos a corto y medio plazo también les va a ayudar a perder la sensación de desubicación de los primeros días y a engancharse mejor a la dinámica de trabajo. Pero se pueden llevar a cabo otras acciones como reuniones más relajadas de bienvenida, mayor flexibilidad en los horarios, ofrecerles momentos de descanso…
La vuelta al trabajo del equipo después de las vacaciones puede ser un desafío. Sin embargo, al adoptar medidas clave como evaluaciones de bienestar, establecer objetivos y prioridades claras, mejorar el clima laboral y enfocarse en la productividad en lugar de la cantidad de trabajo, podemos garantizar una transición exitosa que no solo mejorará la productividad, sino también fortalecerá el engagement de los empleados. Recordemos que un equipo motivado y comprometido es una de las claves para alcanzar el éxito en cualquier organización.