El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer que la Unión Europea se implicará cada vez más en el tratamiento de la inmigración. Caldera respondió así a las declaraciones realizadas por el ministro de Interior francés, Nicolás Sarcozy, en las que no aprueba el proceso de regularización llevado a cabo por España.
«Francia ha hecho varios procesos de regularización y cada año documenta a entre 80.000 y 100.000 personas», aseguró Caldera al tiempo que señaló que el país vecino cuenta con aproximadamente medio millón de irregulares a pesar de que el ministro francés se comprometió a repatriar a 25.000 personas, algo que según Caldera «no se ha conseguido, puesto que tan sólo ha repatriado 12.000 mientras que España ha repatriado 54.000».
Caldera, que aseguró que no prestará atención a las peticiones de dimisión, subrayó que la inmigración es un fenómeno «positivo» para España, cuya participación en el empleo español «es una de las razones fundamentales del crecimiento en España». El ministro explicó que el Gobierno no es partidario de facilitar papeles de forma irresponsable para todos, sino que cuenta con un proceso de regularización de inmigrantes con empleo y recordó que el Partido Popular «hizo tres procesos de regularización sin pedir contrato de trabajo y concediendo papeles sin exigir un empleo».
El ministro se refirió al encuentro que mantendrá con presidentes de las CC AA y ONG's con el fin de abordar el problema de los inmigrantes que llegan a Canarias. Durante la reunión se intentará profundizar en el modelo establecido para que hasta que sean devueltas a sus países de origen, las personas que llegan de manera ilegal reciban un trato humanitario, mientras que el 18 de septiembre se reunirá el Consejo Superior de la Inmigración para tratar el aspecto de los menores donde Trabajo elaborará el programa y lo financiará.
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