Hacía cuatro años que no se veía la botadura del gasero Sestao Knutsen, construido en los astilleros de La Naval de Sestao. Este impresionante buque mide casi 300 metros de eslora y tiene una capacidad de almacenaje de 140.000 metros cúbicos.
La botadura se produce en pleno proceso de privatización del astillero perteneciente al grupo Izar, después de un año convulso y de numerosos conflictos laborales entre los sindicatos y la SEPI. Los técnicos han esperado a la hora de la Pleamar, a las 17.00 horas, porque era único momento en que el buque metanero podía ser botado en las aguas de la Ría del Nervión. Cientos de curiosos han seguido el acto desde las márgenes de la ría y el propio astillero.
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