La fiscalía de California investigará una práctica impuesta por la presidenta de Hewlett-Packard, Patricia Dunn, por la que se espiaba a sus directivos para averiguar quién había filtrado determinada información a la prensa.
Thomas Perkins, inversor y ex miembro del Consejo de Dirección de la empresa informática, que abandonó el puesto en protesta por esa práctica, fue el primero en tirar de la manta cuando criticó a la multinacional por espiar llamadas de teléfono y correos electrónicos sin su permiso.
Hewlett-Packard niega que haya grabado llamadas, pero sí ha reconocido utilizar un método cuestionable para investigar quién filtró información a la prensa el año pasado, cuando el Consejo de Dirección deliberaba sobre la expulsión de su entonces presidenta, Carly Fiorina.
La multinacional empleó el método conocido como "pretexting", que consiste en llamar a una compañía de teléfonos simulando ser su cliente para obtener información sin contar con el permiso del cliente en sí.
Este tipo de prácticas pueden constituir una violación de las leyes californianas.
Un comité interno de Hewlett-Packard descubrió que su directivo George Keyworth había revelado información confidencial a los medios de comunicación, entre ellos el sitio de tecnología Cnet News.com sin contar con autorización de sus superiores.
Este comité no dijo de qué información se trata, pero según "The Wall Street Journal", Keyworth es la fuente de filtraciones acerca de las deliberaciones del Consejo de Dirección que condujeron al despido de Fiorina en febrero del año pasado.
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