La mayoría de los sectores productivos de Madrid ofrecen unas perspectivas muy favorables en la recta final de este ejercicio. De este modo, abordan el último semestre con la confianza de unos datos abiertamente positivos, recogidos en el Barómetro Sectorial. La buena salud de la que dispone la economía madrileña (ABC, 7 de agosto) es la confirmación de una trayectoria seguida por la inmensa mayoría de los sectores y que siempre ha sido puesta en valor por los responsables de la patronal y de los poderes públicos de la región.
En el caso de los transportes, las perspectivas de crecimiento se muestran más intensas que las manifestadas por los expertos con relación al tráfico de mercancías, tanto en el primer semestre como en el segundo. Para este segundo segmento, y aunque se espera que la actividad recupere pulso, la dinámica de crecimiento del volumen de negocio se muestra menos intensa, del mismo modo que el empleo que será capaz de generar.
También en términos de precios, el comportamiento alcista se acomoda en mayor medida al tráfico de mercancías, aunque el de viajeros no permanece ajeno a esta tendencia, que podría materializarse en el segundo semestre del año. No obstante, y pese a la limitación que se deriva del crecimiento de los precios en cuanto a disponibilidades financieras de las empresas, el curso de la innovación se mantiene, esperándose que, en media para el año en curso, se materialicen nuevos avances, más intensos en el primer semestre que en la segunda mitad del año.
Pese a todo, los avances de actividad que previsiblemente se materialicen a lo largo del presente ejercicio, en términos de volumen, no tendrán una traducción simultánea en las cifras de negocio, dado que los crecimientos de precios obedecen a un encarecimiento de los combustibles que no se está repercutiendo en su totalidad en los precios finales. Tal circunstancia provoca una merma de la liquidez empresarial y, por tanto, una limitación a la capacidad inversora que, no obstante, manifiesta una dinámica de crecimiento estable con relación al ejercicio precedente.
En un marco de optimismo con relación al comportamiento de la actividad esperada para este sector de las comunicaciones, no faltan elementos que alertan sobre las limitaciones que la legislación sobre las TIC en particular, y en general la regulación del sector, puede ocasionar sobre su desarrollo. También el excesivo nivel de precios de venta surge como elemento mitigador del potencial crecimiento del sector, aunque éste atiende a las constantes innovaciones que desde la perspectiva de la oferta productiva son acometidas. De hecho, la innovación se constituye como un elemento clave del proceso dinamizador del mercado, y en este sentido el proceso inflacionista detectado como una realidad no sería tan evidente si se considerasen los precios del servicio ofertado en lugar de descontadas las mejoras de calidad.
En cualquier caso, se trata de uno de los sectores más dinámicos de la economía madrileña. En cuanto al mercado laboral, podría verse reducido e incluso los niveles de subcontratación mantenerse estables, lo que se materializaría en crecimientos de productividad.
Hoteles y restauración
El empleo crecerá menos
Los expertos apuntan un crecimiento de la oferta en los establecimientos hoteleros como elemento que provoca un creciente proceso de desaceleración de precios, pudiendo influir en la modernización de los establecimientos. En este contexto, el empleo tiende a crecer menos y se recurre a la subcontratación para cubrir los aumentos de demanda. También se anticipan escasos movimientos en la actividad externa, aunque se prevén avances en la inversión, fundamentalmente por la apertura de nuevos centros.
En la restauración, las opiniones empresariales anticipan una intensificación del movimiento turístico que afecta al crecimiento previsto de su actividad, si bien no se detectan mejoras significativas en el segundo semestre con relación al primero. En concreto, se estiman crecimientos de volumen de negocio a lo largo de los primeros meses del año con relación al segundo semestre de 2005, aunque para los últimos meses del ejercicio se asumen crecimientos similares a los ya realizados.
Y en ambos casos destaca, en base a las conclusiones del Barómetro, el comportamiento alcista de los precios, que contrasta con la estabilidad esperada de los procesos de innovación.
Sanidad privada
Mayores servicios
El volumen de negocio del sistema hospitalario privado se podrá ver de nuevo incrementado en la segunda mitad del año, contribuyendo a nuevos avances del empleo y de la subcontratación. Esta evolución viene avalada tanto por el aumento de los servicios como por el previsible crecimiento de precios que podría registrarse al final del ejercicio. En el primer apartado destaca el número de pólizas contratadas a través de grupos empresariales.
En este sector, los avances en términos de economía del bienestar son claves para el desarrollo de la demanda de servicios de sanidad, en general, y en particular del segmento de mercado. Ahora bien, según los estudios realizados, sólo la capacidad de asumir un servicio acorde a las necesidades y cuya relación calidad-precio estén equilibradas garantiza el sostenimiento de la actividad. Sobre esta base, las perspectivas para la sanidad privada madrileña son reveladoras de un favorable ajuste entre oferta y demanda que garantiza su expansión en términos de actividad y empleo.
El volumen de negocio repite sus buenos resultados, el empleo mantiene su perfil creciente y la inversión se intensifica. Es más, las previsiones de precios se configuran como la excepción a una tónica de crecimientos máximos.
Y entre ellos destaca la cifra de conciertos especialmente para tratamientos quirúrgicos que se mantienen con las instituciones públicas.
Automoción
Estimular la demanda
En el mercado del automóvil, las tendencias apuntan hacia un crecimiento ralentizado del volumen de negocio. También afecta al mercado laboral donde la estabilidad prevista es fruto de perspectivas diferentes con crecimientos continuos pero moderados en automoción frente a las reducciones paulatinas en componentes.
No habrá buenos tiempos, sin embargo, para los procesos inversores aunque se seguirá apostando por la innovación. Finalmente, se anticipa una pérdida de fortaleza de la demanda interna y un aumento de la cuota de vehículos asiáticos y/o fabricados en Europa del Este.
Para los equipos y componentes de automoción, las reducciones de empleo se presentan como una constante en el desarrollo futuro de este sector.
Es más, los expertos determinan que la falta de poder de decisión de compra en España de sus principales clientes es un problema que tiende a intensificarse.
El metal
Pérdida de competitividad
Las opiniones de los expertos perfilan un escenario de crecimiento de la actividad un tanto incómodo, en el que unido a una pérdida de demanda interna, se soportan contradicciones de ventas en el exterior y una notable penetración de importaciones. En suma, el comportamiento exterior no está actuando como atenuante de ese perfil desacelerado de la actividad.
La subcontratación sigue siendo una ayuda, posibilitando asegurar precios finales, mejoras en costes y avances de productividad. Los precios, a su vez, acusan una tendencia al alza por la evolución de materias primas y productos energéticos, lo cual tampoco ayuda a la captación de nuevas demandas. En el metal, la cartera de pedidos sufre un deterioro aunque se continúa con los procesos innovadores.
Juegos
Expectativas frías
En materia de juego, la tendencia de crecimiento es plana, tanto en volumen de negocio como en términos de precios, generando una cifra de ventas estable y similar a la alcanzada en el ejercicio precedente.
En los casinos hay, en cambio, un perfil claramente creciente en cuanto a la actividad. Además, dispone de una estabilidad en el empleo generado y, por tanto, unas significativas ganancias de productividad aparente del factor trabajo. Eso sí, perduran los problemas de presión fiscal y las limitadas opciones de publicidad persisten, que son dos elementos que enfrían las perspectivas de crecimiento de la actividad, tanto en casinos como en bingos.
En el capítulo precisamente de bingos, como consecuencia de la fuerte competencia que le han supuesto otras formas de ocio alternativas, las últimas reflexiones sobre el comportamiento de la actividad determinan un deterioro del volumen de negocio. A ello habría que unir la estabilidad de los precios, provocando que los niveles de ingresos previstos sean inferiores a los alcanzados en el ejercicio de 2005.
En los bingos, se prevé que caiga el empleo, aunque se mantendrá la inversión y la innovación. Las empresas no tienen otra salida que acometer un significativo esfuerzo por innovar en nuevos productos como estrategia para la atracción de nuevos clientes teniendo
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