Toda la plantilla de la Guardia Civil del puesto principal de Guadalajara capital se ha dado de baja. Esta unidad, que da seguridad a más de 30.000 habitantes, cuenta con 21 efectivos, de los cuales sólo 14 se encontraban en activo -seis están de vacaciones y un séptimo ha pedido traslado a la zona del Estrecho- cuando la semana pasada el brigada jefe del destacamento fue trasladado a otra unidad. A partir de ese momento, poco a poco y uno a uno, todos los agentes en servicio han ido solicitando la baja médica por una misma causa: estrés y ansiedad ante la posibilidad de tener que ejercer el puesto de comandante en jefe del cuartel alcarreño, según ha declarado el delegado provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), José Antonio Agudo.
El problema es que según la normativa del Cuerpo, el traslado del responsable de la unidad supone que el cargo vacante pasa automáticamente al siguiente agente con mayor graduación de la plantilla. Según explicó Agudo, en el caso de esta unidad, «el resto de los agentes son guardias sin graduación, con lo que la responsabilidad caería cobre una persona que no ha solicitado el ascenso, sin preparación para ejercer el puesto, con una remuneración “ridícula” , con el añadido de tener que estar disponible las 24 horas del día, ya que no tiene relevo, impidiéndole compatibilizar su vida social y familiar con el puesto que ocupa y sin posibilidad de negociación». «Ninguno quiere ser esclavo de su puesto», asegura. Por este motivo, según les tocaba desempeñar el cargo de comandante del Puesto, uno a uno se iban dando de baja médica psicológica, por estrés y ansiedad, hasta llegar a la situación actual de no contarse con ningún guardia en activo que preste servicio.
Esta situación ha provocado que la protección policial de Cabanillas del Campo, Chiloeches, Marchamalo y Centenera haya sido cubierta con efectivos de otros puestos limítrofes como los de Azuqueca, El Casar y Uceda, entre otros, a los que tampoco les sobra el personal, explicó el delegado provincial de la AUGC en Guadalajara.
Y es que el aumento demográfico que en los últimos años ha sufrido esta zona, no se ha visto recompensado con un proporcional incremento de agentes, con lo que esta medida es sólo un «parche», ya que «no se puede desvestir a un santo para vestir a otro», declaró Agudo.
Desde la Subdelegación del Gobierno se advirtió ayer de que «es la primera vez que en Guadalajara ocurre un caso similar y tan llamativo, por lo que -aseguraron- se van a realizar averiguaciones para tratar de solucionar este problema». De hecho, según adelantó ayer a este diario el delegado provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, José Antonio Agudo, ya se han puesto en marcha dichas «averiguaciones y gestiones», ya que hoy mismo comenzarán a declarar en el Puesto de Guadalajara capital ante un instructor y un secretario -y posiblemente un abogado- los agentes que se encuentran de baja.
Además, todos ellos serán visitados en los próximos días por un médico militar con el objetivo de «valorar» las bajas.
Los comentarios están cerrados.