El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, lanzó ayer un mensaje «positivo» al sector del calzado ya que, según dijo, las comarcas en la que se produce «no pueden asumir que están condenadas a la desertización industrial o a descansar en una economía de servicios». Para solucionar los problemas de productividad del sector, Fidalgo apostó por «revitalizar parte del tejido productivo» e hizo referencia a los acuerdos alcanzados «en el sector textil».
José María Fidalgo participó ayer en una reunión de trabajo con la Mancomunidad Intermunicipal del valle del Vinalopó en Elda (Alicante), junto al secretario general de CC.OO. en el País Valencià, Joan Sifre, y el secretario general de Unión Intercomarcal de CC.OO, Juan de Dios Brotons.
Así, Fidalgo comentó que su sindicato va «a hacer propaganda» para lograr un acuerdo que «impulse» el sector del calzado, y añadió que sus «organizaciones están en ello junto con las organizaciones empresariales», porque «a la gente joven hay que convencerla de que su futuro estará aquí, y a los empresarios hay que decirles que su futuro está aquí». Por lo tanto, según apuntó, «la mejor manera» de contribuir a ese futuro es que «no abandonen estos proyectos».
De este modo, según reiteró, intentarán «conseguir ayudas y conseguir mecanismos», y todo ello con el objetivo de «potenciar un pacto por el calzado de ámbito nacional, con implicación del Gobierno de la nación, de las Comunidades Autónomas, de patronal y sindicatos».
En este sentido, Fidalgo manifestó que había que lanzar un mensaje «positivo» porque las comarcas productoras de calzado «no son reservorios de gente que venga aquí a tomar el sol», ya que, a su juicio, «el trabajo en el sector del calzado tiene que seguir existiendo».
En cuanto al cierre de empresas, Fidalgo aseguró que las que «no son competitivas no pueden estar abiertas, pero dentro de ese sector hay segmentos que si se les ayuda pueden generar bienes con mucho más valor añadido». «Nosotros tenemos que construir nuestro propio espacio, de mercado y de valor», aseveró.
Para lograr ese valor, según dijo, en primer lugar «hay que llamar la atención a la sociedad diciendo que esto es una encrucijada que tiene que resolver con su propio trabajo, con su propia imaginación y con su propia coordinación», ya que, en su opinión, «esto no es un asunto sólo de los políticos, es un asunto de la sociedad civil, empresarios y sindicatos».
En segundo lugar, Fidalgo recordó que ha habido «otros sectores también muy vapuleados por la competencia exterior donde determinados acuerdos bilaterales entre patronal y sindicatos engarzaron luego con acuerdos con la administración» que modificando normas o con subvenciones, «están sirviendo para revitalizar parte del tejido productivo, como por ejemplo en el sector textil».
Por ello, según insistió, «yo no soy pesimista, en absoluto, y no auguro nubarrones». «Ni sólo es este sector ni sólo es esta comarca donde se han producido evoluciones similares, y hoy hay comunidades muy prósperas basadas en los mismos principios de antes y produciendo cosas mejores, y con nivel de vida más elevado», finalizó.
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