Los cuatro sindicatos de los Mossos d’Esquadra advirtieron ayer que podrían llegar a hacer una ‘huelga de multas’ como forma de protesta por la falta de efectivos y por el despliegue demasiado rápido de la Policía catalana.
Por ello, los sindicatos han recomendado a los mossos que «miren primero por su seguridad y la del ciudadano» y que primen la «tarea docente» antes que la «recaudatoria», según explicó a Europa Press el secretario de acción sindical del SPC, David José. Esta medida afectaría mayoritariamente a las multas de tráfico, tanto en carretera como en ciudad.
Para los sindicatos, faltan agentes y, en algunas zonas, la carencia de efectivos alcanza el 30%. Esto supone que en algunos turnos sólo haya una patrulla para toda una comarca.
José explicó que esta falta de efectivos provoca una «excesiva» flexibilidad horaria y la realización de horas extras, lo que, para los sindicalistas, ocasiona bajas por enfermedad y estrés y dificulta la conciliación de la vida familiar y laboral.
De hecho, la cifra final de agentes una vez finalizado el despliegue en toda Cataluña, 15.200, está «desfasadísima». Según José, la cifra se fijó en 1984 cuando Cataluña tenía 6 millones de habitantes; además, no se tuvo en cuenta que la Policía catalana asumiría las competencias en materia de tráfico.
En la actualidad, Cataluña tiene 7 millones de habitantes y hay nuevas circunstancias como la inmigración, lo que supone «problemas muy distintos». Por ello, los sindicatos abogan por fijar el número final de agentes en 18.000.
Otras quejas son la falta de material o que éste no se adecúe a las necesidades de los agentes; los riesgos laborales como la presencia de pulgas o piojos en los calabozos; y la falta de coordinación con los otros cuerpos.
El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC-CC.OO.), el Sindicato Autónomo de Policía (SAP-UGT), el Colectivo Autónomo de Trabajadores (CAT-Mossos d’Esquadra) y la Asociación Profesional de la Policía Autonómica de Cataluña (APPAC) –que representan el 95% de los agentes del Cuerpo– hicieron públicas éstas y otras quejas ante el prostíbulo Riviera, en Castelldefels (Barcelona).
Según los sindicatos, este punto de la autovía C-31 representa un «lugar emblemático» que recoge, según ellos, los dos elementos principales de la política de la Conselleria de Interior: la regulación de la prostitución y la recaudación mediante la instalación de radares de velocidad.
La decisión de no priorizar la imposición de multas, según José, se debe a que los agentes no pueden declararse en huelga y la convocatoria de manifestaciones o actos de protesta es difícil debido a los horarios de los policías. Por ello, han optado por medidas «imaginativas» para presionar a la Conselleria.
De hecho, según su versión, tras pedir varias reuniones con la consellera, Montserrat Tura, el subdirector general de Recursos Humanos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana, Ferran Daroca, les dijo que no aceptarían sus reivindicaciones y que si querían «ir a la guerra» ya podían ir.
Como posibles soluciones a los problemas, José explicó que se tendría que imponer el ‘seny’ y «frenar» el despliegue para reforzar las plantillas en las zonas donde los Mossos ya trabajan, como la ciudad de Barcelona.
En este sentido, alertó que el próximo despliegue en la comarca del Vallès Occidental y parte del Baix Llobregat (Barcelona) no estará cubierto con suficientes efectivos.
José vinculó esta falta de agentes con la sensación de inseguridad que se ha vivido en las últimas semanas con el aumento de los robos en viviendas. «Lo que pasa no es porque sí», aseguró.
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