Los chavales no son los únicos que van de campamento. También se apuntan a ellos los ejecutivos estresados. Es la última moda en Holanda. Los profesionales sometidos a fuertes tensiones se someten a terapias anti-estrés en las granjas. Aseguran que un simple abrazo a una vaca cura muchos males.
Ellas, vacas lecheras holandesas, son las peculiares terapeutas antistress. Esperan a sus clientes humanos. Pertrechados de monos y botas empiezan la jornada de inmersión rural con un primer contacto en los establos. Unos enseguida encuentran la química animal. Luego una sesión de pintura creativa. Y ya mentalizados, al campo.
La propietaria explica las claves de aproximación al ganado. «Desde ejecutivos de alto nivel con zapatos caros- nos explica esta innovadora granjera holandesa- hasta policías; personal de grandes empresas.» Todo tipo de perfiles urbanitas dispuestos a abrazar a las cariñosas reses.
Y esta sesión de comunicación animal integral en esta granja holandesa cuesta 45 euros. Por otro tanto se puede adoptar a la vaca en exclusiva.
Los comentarios están cerrados.