Empresas, compañías de seguros y mutuas contratan cada vez más servicios de seguimiento a empleados ‘sospechosos’ que pueden costar entre 1.000 y 2.000 euros
Depresión, diabetes caprichosa, dolores de estómago, anorexia, mareos, molestias en la espalda debido a una operación de aumento de pecho,… El informe médico de esta vecina de Águilas no tenía desperdicio y justificaba su baja laboral. Pero, ¿cómo es posible que con todas esas dolencias pudiese aguantar en unos de los famosos carnavales aguileños hasta las cuatro de la madrugada, disfrazada, llevando tacones altos, con un cubata en la mano y dando saltos junto a unos altavoces? Así es como la ‘pillaron’ los detectives de la agencia murciana Decomsur, quienes realizaron una grabación de la escena que fue presentada como prueba ante el juez. «Se fue a la calle», cuenta Conchita Fernández, responsable de Decomsur, donde en los últimos años se ha registrado un aumento de investigaciones de bajas fingidas, aunque en el caso de esta agencia las infidelidades siguen estando a la cabeza.
Conchita explica que para desenmascarar a un trabajador con una baja fingida suelen realizar un seguimiento de tres días, para poder demostrar ante en juez «el hecho, la reincidencia y la reiteración «. Para ello, realizan grabaciones, en muchas ocasiones con cámara oculta (en un móvil o en un bolso). Muchas de estas bajas fingidas se producen en verano, según la detective de Decomsur, ya que algunos de estos falsos enfermos lo que hacen en realidad es buscarse otro trabajo durante el período estival. Por eso, es importante demostrar la reincidencia, porque «si ofrecemos una sola imagen del empleado de baja trabajando en un chiringuito -dice Conchita-, éste podría alegar que sólo estaba ayudando a un amigo».
En Adoc Detectives, señalan, por su parte, que en otros casos bastaría con la filmación de un sólo día, ya que si un trabajador aduce que tiene la rodilla destrozada y lo filman una sola vez jugando al fútbol, el juez tendría suficiente. Este no es un caso ficticio, sino uno de los muchos que ha resuelto esta agencia, donde aseguran que el incremento de este tipo de investigaciones ya se produjo hace tiempo. Sus principales clientes son las compañías de seguros y las mutuas, al igual que en Neox-Detectives, donde el 40% de las investigaciones están destinadas a aportar pruebas de bajas fingidas. En el 80% de los casos investigados obtienen pruebas suficientes para demostrar el engaño. Los detectives coinciden en señalar que casi no investigan depresiones, porque es muy difícil demostrar que son fingidas. Asimismo, destacan que cuando sus clientes -empresas, mutuas, compañías de seguros e, incluso, ayuntamientos- les encargan un caso es porque existen indicios. Si no fuera así, no afrontarían el gasto de la investigación, cuyo coste -dependiendo de la duración del seguimiento- puede oscilar entre 1.000 y 2.000 euros.
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