La dignidad del trabajo se devalúa en un mundo laboral que necesita 43 millones de empleos al año para paliar la mano de obra sobrante. El planeta, además, tendrá que afrontar el aumento del peso del sector servicios, la permanecía de la discriminación femenina y la situación precaria de los jóvenes, y enfrentarse a una política económica que aborda el empleo como «mero factor de la producción y simple mercancía, olvidándose de su significado individual, familiar, comunitario y nacional», según denuncia el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia. Sus declaraciones figuran en el informe «Cambios en el mundo del trabajo», difundido recientemente en diversos países.
El documento ha abierto un debate en el seno de la 95¦ Conferencia Internacional del Trabajo, que se celebra en Ginebra desde el 31 de mayo hasta el 16 de junio. Su contenido describe las tendencias actuales y las perspectivas detectadas en el «mercado laboral global» y alerta de la presencia de «una brecha cada vez más grande» entre el colectivo minoritario que puede aprovechar oportunidades profesionales y la mayoría de la población que vive inmersa en la incertidumbre laboral.
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