La directora de Responsabilidad Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Emily Sims, apostó ayer durante la segunda jornada del I Congreso Europeo de RSC, por que la ‘Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social’ sea «la guía» en esta materia; una declaración que en el marco de la OIT es el instrumento básico sobre responsabilidad social.
La actual Declaración es antigua –1997–, cuando fue adoptada por el Consejo de Administración de la Oficina Intrenacional del Trabajo.
La Guía está dirigido a multinacionales, Gobiernos, ONG y organizaciones sindicales y su objetivo es contribuir al progreso económico y social. Se trata, según señaló, del único documento tripartito y por ello subrayó que su voz «es más universal». Se centra, no tanto en reprimir los aspectos negativos que puedan tener los diferentes actores, sino en la contribución positiva que puedan hacer las multinacionales.
Uno de los aspectos más relevantes es la importancia que da al diálogo entre la dirección de una compañía y sus empleados; un elemento clave para cualquier mejora o innovación. En este sentido, cubre el área del empleo, su calidad y la forma de generarlo; la formación, referida a lo que invierten las empresas a este aspecto; el horario laboral; las relaciones entre empresas o los principios de Derechos Humanos.
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