La neutral Suiza, sede de agencias humanitarias y del Comité Internacional de la Cruz Roja, votó el domingo mayoritariamente a favor de hacer más difícil a los solicitantes de asilo conseguir la entrada en el rico estado alpino.
En un comunicado, el ministro de Justicia confirmó que un 68 por ciento de los votantes había aprobado las medidas, diseñadas para mantener las tradiciones humanitarias suizas al tiempo que combaten contra los abusos.
"Obviamente estamos decepcionados, pero sabíamos que sería difícil", dijo Thomas Christen, secretario general del Partido Socialista Suizo, uno de los escasos partidos en oponerse a los cambios.
"Suiza tiene una de las leyes de asilo más duras de Europa y eso no ayuda a nuestra reputación", declaró a Reuters.
No obstante, los electores aceptaron los argumentos del ministro de Justicia conservador, Christoph Blocher, que dijo que las nuevas normas, por las que todos los solicitantes de asilo tendrán que tener un pasaporte, eran necesarias para luchar contra el supuesto abuso.
Ambos parlamentos y el Gobierno ya las habían aprobado, pero sus oponentes consiguieron las suficientes firmas para forzar una votación nacional.
Suiza es el último país entre las potencias industriales – como el Reino Unido – que endurecen las normas de asilo como una forma de lucha contra la inmigración ilegal.
El instituto de sondeos suizo GFS y la televisión TSR situaron el apoyo popular a las leyes de asilo y de solicitantes de trabajo cerca del 70 por ciento unas cuatro horas después de cerrarse los colegios electorales, a las 10:00 GMT. Los resultados finales se conocerán al final del día.
La Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) dijo en un comunicado que lamenta que Suiza haya aprobado nuevas leyes de asilo "restrictivas".
El portavoz Spindler afirmó que vigilarán para garantizar que el trato a los solicitantes de asilo y refugiados están en consonancia con las normas internacionales.
Además de exigir el pasaporte, la nueva ley denegará ayuda financiera a los que no consigan asilo y los amenaza con largos periodos de detención si se niegan a salir del país.
Los votantes también tenían que aprobar una división más clara entre los solicitantes de empleo procedentes de la Unión Europea, y aliados de Suiza no-europeos pero integrantes de la Asociación de Libre Comercio Europea (EFTA, en sus siglas inglesas) y aquellos de fuera de estos dos bloques.
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