El comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, cifra en 3.000 los inmigrantes muertos este verano cuando intentaban alcanzar la costa sur del Mediterráneo, el doble de las víctimas que se ha cobrado la guerra de Líbano, según relató poco antes de presenciar en el hemiciclo del Parlamento Europeo un concierto del cantante italiano Claudio Baglioni en el marco de una campaña de sensibilización del problema de la inmigración. Mientras, España ha comenzado la repatriación a Dakar de los inmigrantes senegaleses llegados ilegalmente a las Islas Canarias. "Hablo de un deber moral, porque mientras muchos de nosotros estábamos de vacaciones, han muerto probablemente 3.000 personas. Algunas se han encontrado, otras no, pero nuestros cálculos hablan de que este drama horrendo ha causado más del doble de los que han muerto en otra trágica crisis que fue la de Líbano", dijo el comisario.
Frattini quiso dedicar las canciones de Claudio Baglioni a la memoria de estas personas que han muerto porque no lograron llegar a las costas de Sicilia, Malta o Canarias.
"Nos corresponde –dijo– dar testimonio de la capacidad europea para ser un actor internacional y no ser la pequeña Europa que quieren los euroescépticos, sino una gran Europa que lleva al mundo palabras de solidaridad concreta a los Estados miembros". "Porque no podemos dejar a Malta, o a las pequeñas islas Canarias o a Sicilia afrontar solas esta cuestión", continuó el también vicepresidente de la Comisión Europea.
Reclamó esta solidaridad también hacia los que han arriesgado la vida para llegar a las costas europeas y a las familias que envían a los niños. "Porque el drama del drama es que casi un tercio de los inmigrantes que llegan, por ejemplo a Canarias, son niños de 13, 14 ó 15 años, arriesgando su vida porque cuentan luego con la reunificación familiar", alertó.
"Si Europa no está en condiciones de afrontar esta gran cuestión política de primera magnitud, el drama de la inmigración, la necesidad de gobernar en la legalidad, apoyar a los Estados miembros que lo necesitan y a las víctimas del horrendo tráfico de seres humanos, Europa no merece el amor que sentimos por ella", resumió Frattini.
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