Jesús Díaz, presidente y director general 'The Miami Herald Media Corp.', anunció ayer la renuncia a su puesto por las repercusiones y críticas recibidas por el despido de dos periodistas que habían colaborado con Radio y TV Martí.
Díaz anunció su dimisión en una carta publicada en primera página en los periódicos 'El Nuevo Herald' y 'The Miami Herald' y después del polémico despido de dos periodistas y una colaboradora independiente del diario en español.
El pasado 8 de septiembre, Díaz despidió a dos periodistas con el argumento de que recibieron pagos del Gobierno de Estados Unidos por sus colaboraciones con Radio y TV Martí, lo que suponía un conflicto de intereses.
'Aunque todavía creo que la aceptación de estos pagos (…) fue un incumplimiento de principios de ética periodística', sostuvo Díaz, el código ético de la empresa pudo haberse transmitido durante años 'de una manera ambigua y aplicado de una manera incongruente'.
La política que 'prohíbe tal comportamiento pudo haber sido mal interpretada en la redacción de 'El Nuevo Herald', añadió Díaz, que ha ocupado el puesto del presidente de la compañía editora del 'Herald' durante 14 meses.
Por ello, el grupo editorial 'The Miami Herald Publising Company' decidió 'extender un amnistía a todos los involucrados' y permitirles regresar a sus puestos de trabajo con sanciones disciplinarias.
Díaz lamenta en la carta los sucesos ocurridos después de proceder al despido de los veteranos periodistas Pablo Alfonso y Wilfredo Cancio y de una colaboradora independiente, y reconoce que en el 'ambiente' actual no le es posible dirigir los periódicos de la manera 'más beneficiosa para los lectores y la comunidad'.
Asume el puesto de nuevo presidente y editor del grupo editorial David Landsberg, actual gerente general del la empresa.
El despido de los periodistas originó una fuerte controversia en la comunidad cubana en EEUU y entre los propios periodistas.
Por un lado, se criticó al 'Herald' por desconocer durante años que esos y otros reporteros colaboraban en Radio y TV Martí, y, por otro, se acusó al periódico de difamar a periodistas independientes que habían colaborado en esos dos medios financiados por el Gobierno de Washington.
En los días posteriores al despido de los periodistas, unos 1.300 lectores del 'Herald' anularon su suscripción.
Los periodistas de Radio y TV Martí, cuyas emisiones van dirigidas a Cuba, expresaron también su malestar al considerar que su trabajo está regido por un riguroso código de ética periodística que el 'Herald' había cuestionado.
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