La protesta se llevó a cabo en la plaza del Pou, frente al edifício del Ayuntamiento. Estas acciones podrían repetirse mensualmente hasta que «el alcalde atienda a nuestras peticiones», señalaron fuentes del sindicato profesional de Policías Municipales.
El pitido ensordecedor, acompañado de palmas y pancartas alusivas, fue el método escogido por los agentes para expresar su descontento por lo que consideran «bajos emolumentos por el ejercicio de su profesión», comparativamente con la retribución en municipios similares.
En este contexto, Daniel Bel, secretario general del Sindicato comentó que no es lógico que un agente de Altafulla perciba 1.170 euros mensuales y en el municipio vecino de Creixell la nómina sea de 1.750 eruos. Se apunta que la retribución salarial de los agentes de Altafulla «es la más baja de toda la província de Tarragona y posiblemente de Catalunya».
Reclamaciones
Otra de las reivindicaciones de la Policía Local es que se les abonen las 40 horas trabajadas, en lugar de las 37,30 que les son retribuidas, además de reclamar nocturnidad y disfrute de las vacaciones. En otro orden de cosas, los portavoces del Sindicato consideran insuficiente la plantilla policial, integrada por 15 agentes, «cuando son necesarios 22, para garantizar la seguridad ciudadana».
Daniel Bel asegura haber mantenido hasta tres reuniones con el alcalde de Altafulla, Manel Ramon, que es el máximo responsable de la Policía Local, para llegar a un acuerdo sin lograrlo.
A la misma hora que la cita reivindicativa, se celebró una reunión de la Comisión Paritaria, presidida por el alcalde, en el transcurso de la cual se trató el tema planteado por la Policía Local. Al parecer, según fuentes de la misma Policía Local, el día 27 se celebrará una reunión para abordar la cuestión.
La futura sede
Otro punto de controversia es el nuevo local de la Jefatura de Policía Local, situado en los bajos de las viviendas sociales de la avenida Marqués de Tamarit, que será inaugurado en breve. Por parte del cuerpo policial se anuncia que las dependencias donde deberán trasladarse «no reúnen las condiciones exigibles». Por su parte, Manel Ramon, en referencia a esta cuestión, asevera que el local se ha diseñado según un proyecto aprobado en su día y que las obras todavía no han finalizado.
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