Más de un centenar de delegados de la Confederación General del Trabajo (CGT) se concentraron hoy a mediodía ante las puertas del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para protestar por la asignación del nuevo local sindical de la CGT de Madrid-Castilla-La Mancha.
Los manifestantes, que gritaban consignas contra el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, denunciaron que durante 20 años han tenido un local cedido por Trabajo en la calle Alenza 13 de Madrid como parte de su patrimonio sindical acumulado. Dicho local, explicaron, está ahora en poder de una inmobiliaria que va a construir pisos de lujo en esa misma dirección.
Perdido el de la calle Alenza, a la CGT se la ha asignado un nuevo local en la calle Cáceres 51, así como los garajes de ese mismo número y del número 53. Según el sindicato, en estos "sótanos" no podrán llevar a cabo su actividad.
Para la CGT, este cambio de local supone un "claro atentado contra la libertad sindical", pues su organización no podrá ejercer sus derechos al carecer de un sitio habilitado a tal fin. "Judicial y sindicalmente vamos a pelear por lo que nos pertenece. Nosotros no jugamos con ladrillos ni tenemos agujeros que requieran subvenciones encubiertas", denunciaron.
Ante esta situación, la Confederación General del Trabajo va a pedir a todos aquellos que actualmente ocupan locales del patrimonio sindical acumulado sin que les corresponda que los desalojen, incluida la propia Administración. "A cambio les ofrecemos unos bonitos locales, con vistas a un mar de ladrillos, en la calle Cáceres 51, donde además dispondrán de un par de lúgubres garajes", ironizó la CGT.
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