Manhattan, el centro neurálgico de Nueva York, es más que nunca el bastión de los 'golden boys' de Wall Street, cuyos salarios y bonos superan largamente un costo de vida cada vez más elevado, que expulsa a sus habitantes de clase media hacia los barrios cercanos.Coincidencia elocuente es la venta por un precio récord de 5.400 millones de dólares de un complejo de 11.000 apartamentos alquilados a precios moderados a uno de los mayores constructores de la ciudad en perjuicio de la gente modesta que vivía allí.
"Wall Street experimentó un crecimiento impresionante estos últimos años y su vitalidad es fundamental para la ciudad de Nueva York", admitía el martes un informe de la administración de finanzas del Estado de Nueva York, que también se preocupa por la dependencia económica de la metrópolis a los intereses bursátiles.
En Manhattan, el sector financiero empleaba en 2005, directa o indirectamente, a una de cada siete personas -un total de 171.000- "creando empleos tres veces más rápidamente que la economía de la metrópolis", según este estudio.
El sector financiero de Nueva York disfruta de una salud vigorosa en todas sus actividades -fusiones y adquisiciones, mercados de capitales, derivados…- y debe tener en 2006 su cuarto año de ganancias récord, según la asociación que lo representa (Securities Industry Association, SIA).
Paralelamente a los beneficios de Goldman Sachs, Citigroup, Bearn Stearns y Lehman Brothers, entre otros, las remuneraciones de los empleados también son generosas.
La SIA rehúsa dar cualquier información sobre el monto de los bonos y salarios de este año, pero en 2005 sólo los bonos sumaron 21.500 millones de dólares, "el monto más elevado jamás alcanzado", según el Estado de Nueva York.
En 2005, banqueros y corredores de Wall Street han embolsado en promedio 125.500 dólares en bonos y 289.600 dólares en salarios (+36% con relación a 2003), cuando el salario medio en la metrópolis se situaba en 56.600 dólares (+8%), siempre según datos del Estado de Nueva York.
Esa disparidad de remuneraciones se refleja cada vez menos en el sector inmobiliario. Los alquileres de los inmuebles cedidos el martes -presumiblemente destinados a convertirse en residencias de lujo- estaban congelados en alrededor de 1.200 dólares en media, equivalente a los alquileres del barrio popular de Queens, señaló Victor Canalog, del gabinete Reis, "mientras que el precio medio de un alquiler en Manhattan es de 3.225 dólares".
Pero además éstos son los alquileres iniciales de una gama que aumenta más rápido, según datos de la consultoría Douglas Elliman. En Manhattan, un apartamento cuesta en promedio 1,3 millones de dólares, pero uno de tres dormitorios vale 1,6 millones y una residencia de lujo puede costar 4,5 millones, según esta consultoría.
"En la mayor parte de Estados Unidos, el precio medio de una residencia lujosa supera el millón de dólares", recuerda Jonathan Miller, jefe del gabinete de estudios Samuel Miller, subrayando la diferencia entre Nueva York y el resto del país.
Año tras año, la población creciente de clase acomodada conquista nuevos territorios de Manhattan. Después del aburguesamiento de Harlem, el antiguo barrio negro situado al norte del Central Park o la transformación del distrito de los mayoristas de carne (oeste) en un barrio distinguido repleto de hoteles de lujo, ahora el barrio asiático Chinatown ve surgir casas de lujo de tres millones de dólares.
Otra señal del aumento sensible del nivel de vida en Manhattan es la buena salud de restaurantes, con platos por un promedio de 40 dólares, un aumento del 5%, o sea, el aumento más fuerte de los últimos años, según un estudio reciente la guía Zagat de restaurantes neoyorquinos.
Los restaurantes más sofisticados son también más numerosos, con cuentas que han subido un 15%, a 130 dólares por persona, afirma Zagat.
Los comentarios están cerrados.