Las marcas automovilísticas DaimlerChrysler y General Motors mejoraron en los nueve primeros meses del año sus resultados después de acometer profundas reestructuraciones, que supondrán la supresión de decenas de miles de puestos de trabajo en los próximos años.
Sin embargo, Ford, que también se encuentra en esta tesitura de importantes costes de reestructuración, ha visto cómo, en el tercer trimestre, su cuenta de resultados ha arrojado unas pérdidas de 5.800 millones de dólares (4.607 millones de euros).
En concreto, el fabricante automovilístico germano-estadounidense DaimlerChrysler obtuvo un beneficio neto de 2.650 millones de euros (2.678 millones de dólares), lo que supone un aumento del 40,9% respecto a los nueve primeros meses del año anterior.
Esta marca recortará 8.500 puestos de trabajo en las fábricas en Alemania de su filial Mercedes Car Group y 6.000 en el área administrativa de toda la compañía con el fin de reducir costes de producción.
Además, la firma ha iniciado el lanzamiento de una ofensiva de productos con 50 nuevos vehículos hasta el año 2008.
General Motors, por su parte, tuvo que reportar unas pérdidas en el tercer trimestre de 115 millones de dólares (91,35 millones de euros), una mejora considerable si se tiene en cuenta el quebranto de los 1.700 millones de dólares (1.350 millones de euros) que obtuvo en el mismo periodo del pasado ejercicio.
Los resultados incluyen cargos por valor de 644 millones de dólares (511,8 millones de euros) relacionados con operaciones como la reestructuración del fabricante de componentes de automóviles Delphi, que, hasta 1999, era una subsidiaria de General Motors.
Para salor de los números rojos, La firma está reestructurando sus operaciones en Estados Unidos, lo que significa la eliminación de decenas de miles de empleos y el cierre de factorías.
Desde principios de año, General Motors ha vendido su participación en Subaru, Suzuki e Isuzu y ha anunciado la venta del 51% de GMAC, la subsidiaria que proporciona préstamos e hipotecas, por 14.000 millones de dólares (11.123 millones de euros).
Pero, de momento, la marca automovilística peor situada en el mercado norteamericano tras los resultados anunciados el pasado lunes, es Ford, que, con 5.800 millones de dólares de pérdidas, registró el mayor quebranto desde los últimos 14 años.
El nuevo presidente del grupo, Alan Mullay, calificó los resultados como "claramente inaceptables".
Antes de la llegada de Mullay, el fabricante automovilístico ya había puesto en marcha una profunda reestructuración de sus operaciones en Estados Unidos, denominada "El camino hacia adelante", que implica la eliminación de 44.000 empleos y el cierre de 16 fábricas en Norteamérica.
Sin embargo, los recortes de empleo y producción le permitirán ahorrar más de 5.000 millones de dólares (3.973 millones de euros) para finales de 2008.
Pero mientras se materializa la reestructuración, la compañía tendrá que seguir gastando en los próximos meses miles de millones de dólares para el desarrollo y lanzamiento de nuevos vehículos que le permitan atraer los conductores que ahora prefieren las marcas asiáticas.
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