Clemente L.P., el ex jefe de cocina del Congreso de los Diputados acusado de agredir sexualmente a una empleada de la cafetería de la Cámara Baja, aseguró hoy que fue su subordinada quien le obligó a mantener relaciones sexuales y que no denunció este hecho "por vergüenza".
El inculpado, que fue despedido días después de producirse los hechos, se sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia madrileña como presunto autor de un delito de agresión sexual y, en el caso de ser condenado, deberá indemnizar a la víctima con 18.000 euros por las secuelas que sufrió.
El escrito de conclusiones provisionales del representante de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, considera probado que el 7 de septiembre de 2004 Clemente L.P. solicitó a A.S.M., una de sus subordinadas directas que trabajaba como lavandera en la cafetería, que le mostrara distintas dependencias de su lugar de trabajo.
Tras ello, el procesado se introdujo junto con la mujer en un habitáculo que utilizaba como vestidor, donde le agarró por los hombros y le obligó a agacharse delante de él, al tiempo que sujetaba su cabeza fuertemente. En ese instante, el imputado agredió sexualmente a la mujer.
DENUNCIADO COMO "VENGANZA"
En la vista oral celebrada esta mañana, el ex jefe de cocina del Congreso de los Diputados afirmó que la supuesta víctima le ha denunciado como "venganza" por no haber prorrogado su contrato de trabajo y explicó que la empleada generó "problemas" en sus primeros días debido a su actitud, que más tarde "mejoró".
El inculpado, que señaló que lleva en tratamiento psicológico y psiquiátrico desde que sucedió el incidente, dijo que el 7 de septiembre de 2004 su subordinada mantuvo una actitud "cariñosa" con él y comenzó a besarle y acariciarle cuando se encontraban en una de las dependencias de la tercera planta del Congreso.
Según explicó el encausado, rechazó a la mujer y le ordenó que se fuera a su puesto de trabajo pero ella le siguió y se introdujo detrás de él en su vestidor. Allí, la trabajadora el dijo "calla, calla, que te va a gustar" y le agredió sexualmente, aseguró Clemente L.P., quien se negó a contestar a las preguntas de la acusación particular.
El acusado resaltó que en el momento en el que la mujer se abalanzó sobre él se quedó "bloqueado" y que no denunció los hechos, como le recomendó su esposa, porque sentía "vergüenza" de haber sido víctima de este tipo de delitos. El ex jefe de cocina de la Cámara Baja también hizo referencia a que la mujer amenazó con autolesionarse y contar que le había agredido si no accedía a sus peticiones.
LA MUJER NUNCA SE INSINUÓ
Por su parte, A.S.M. dijo que era cierto que trabajó supliendo una baja, pero negó que le pidiera al imputado un puesto de trabajo para quedarse como empleada en la cocina del Congreso. Además, rechazó que "intentara besar y acariciar" a Clemente L.P e hizo hincapié en que "nunca" se insinuó a su ex jefe.
La mujer mantuvo que Clemente L.P. le pidió que le acompañara al cuarto que utilizaba como vestidor y que, una vez allí, "cerró la puerta y se bajó la cremallera del pantalón". "Entonces -añadió- me cogió por los hombros con sus manos y me obligó a agacharme mientras me tenía bien sujeta la cabeza. Finalmente, me agredió sexualmente".
En este sentido, la trabajadora explicó que en el instante de la agresión no intentó ni huir ni gritar porque "tenía miedo" a las represalias que pudiera tomar Clemente L.P. contra ella. El incidente concluyó cuando ella le dijo al inculpado "¿te ha gustado?, hijo de puta", aseguró A.S.M.
La mujer indicó que tras la supuesta agresión sexual tuvo que recibir tratamiento psicológico. Así, dos psicólogas que acudieron al juicio como testigos aseguraron que le atendieron días después de los hechos y que se mostraba "con ansiedad, con cambios emocionales y conductuales, y con dificultades a la hora de relatar los hechos".
MÁS TESTIGOS
Asimismo, una médico del Congreso de los Diputados también dijo que la denunciante acudió al día siguiente de la agresión para ser atendida porque sufría "nauseas, vómitos, labilidad emocional", y que la encontró "llorosa y afligida".
En la vista oral también testificaron varias personas que trabajaban en la Cámara Baja en la época en la que se produjeron los hechos. Los empleados del Congreso destacaron que "nunca" tuvieron ningún problema con el supuesto agresor y que su conducta hacia ellos fue siempre "ejemplar".
Además, también acudió como testigo el psiquiatra que atendió a Clemente L.P., quien señaló que después de lo ocurrido le encontró "francamente mal" y que le resultó "verosímil la historia que contó". "Era un relato extraño pero totalmente creíble", sentenció el psiquiatra.
EL FISCAL RATIFICA SU PETICIÓN
Finalmente, el fiscal se ratificó en su petición de 14 años de prisión para Clemente L.P. porque, según dijo, durante el juicio quedó probado que fue él el autor de la agresión sexual y no la víctima de la misma, y porque el ex jefe de cocina del Congreso incurrió en varias contradicciones durante su "incoherente" testimonio.
Mientras, la acusación particular solicitó una sentencia condenatoria contra el acusado porque su declaración corroboró "elementos básicos" de la denuncia de la víctima. Por su parte, el abogado de la defensa reclamó la libre absolución de su patrocinado porque "en casos similares la víctima presentaba algún tipo de lesión y en este caso no fue así".
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