El 48% piensa que su sueldo no refleja el aumento de responsabilidades y el 65% cree que su trabajo no es reconocido
Las nuevas tecnologías e internet en los despachos han transformado en los últimos 10 años la figura de las secretarias y su forma de trabajar. Sus tareas ya no se limitan a pasar llamadas al jefe u organizarle la agenda, su trabajo es más sofisticado y sus competencias, mayores.
Como consecuencia de ello, muchas reivindican un cambio de nombre a su profesión: a nuevas responsabilidades, nueva denominación. No es de extrañar, por eso, que cada vez más se escuchen términos como ayudante de dirección o asistente.
A la búsqueda de información por internet, hay que añadir el apoyo a la presidencia y dirección general en juntas y actas de consejos, la organización de temas corporativos, de recursos humanos y de imagen, la coordinación de proyectos internos entre departamentos y la gestión del personal administrativo, entre otras.
Estas conclusiones se desprenden del reciente estudio de secretariaplus.com, con datos de más de 2.000 secretarias y ayudantes de dirección de toda España, y que se presentó ayer en Exposecretaria 2006.
Sin embargo, este aumento de responsabilidades no es acorde con sus retribuciones. Según el informe, un 48% de las encuestadas considera que no está bien remunerada -un 40% cobra menos de 18.000 euros anuales-. Además, un 41% piensa que hombres y mujeres no cobran los mismo por el mismo trabajo.
El hecho de que este puesto no sea muy valorado -un 65% piensa que no es reconocida en su trabajo y no contempla posibilidad de promoción-, que las exigencias para contratarlas sean mayores -más iniciativa y flexibilidad y plena autonomía-, las largas jornadas -más del 42% trabaja más de ocho horas diarias- y, sobre todo, las nuevas tecnologías, han hecho que el número de secretarias haya bajado en España, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas.
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