Los funcionarios chinos estarán sometidos a partir de enero a una nueva regulación que controlará los viajes y gastos realizados por motivos de trabajo y que impedirá, por ejemplo, que escojan para celebrar sus reuniones famosos destinos turísticos, según informa en su web 'China News'.
La Oficina Estatal de Finanzas declaró, además, que a partir de 2007 las reuniones de trabajo tendrán que desarrollarse en los hoteles y restaurantes fijados, y que tampoco se podrán utilizar instalaciones o coches designados para otros encuentros oficiales.
Asimismo, los gastos en hotel y comidas establecidos para los cargos públicos con un nivel equivalente a un viceministro ascenderán a un máximo de 600 yuanes diarios (60 euros), los de los funcionarios con categoría equivalente a una oficina o agencia serán de 300 yuanes y aquellos inferiores al nivel departamental deberán arreglárselas con 150 yuanes.
En la norma también se detallan los honorarios a los que tendrán derecho los funcionarios por día de trabajo, y que oscilarán entre los 400 y los 260 yuanes (40-26 euros) en función de cuál haya sido el organismo que autorizó el encuentro.
Por último, señala la información, la compra de billetes de avión para desplazarse a los lugares de reunión deberá haber sido aprobada por la autoridad competente y estará justificada si las distancia es grande y el desplazamiento urgente.
Además, sólo los responsables con nivel de viceministro o superior podrán volar en primera clase según la nueva norma, con la que la Administración parece querer combatir el gasto excesivo en dietas.
Los comentarios están cerrados.