MÉDICOS LABORALES ASEGURAN QUE SE EMPLEA LA MITAD DEL GASTO SANITARIO
Habitualmente a la hora de hablar de control del gasto sanitario todas las miradas se centran en el gasto farmacéutico. No obstante, poco se contempla la influencia de las bajas laborales en el monto total del dinero destinado a sanidad. Las cifras que ofrece la Sociedad Canaria de Medicina Asistencial y Laboral, sin embargo, indican que las bajas laborales son, cuanto menos, dignas de tener en cuenta a la hora de abordar la sostenibilidad del SNS.
De esta manera, el 50 por ciento del gasto del sistema sanitario se invierte en sufragar las bajas laborales. "Son datos espeluznantes", indicó Maximino Morales Sánchez, presidente de la Sociedad en declaraciones a este periódico. Asimismo, las bajas laborales suponen el 86 por ciento del gasto por incapacidad temporal sobre las cuotas que se ingresan.
Para los médicos mutualistas no hay duda: es en este punto donde se debería incidir para rebajar el gasto sanitario. "Es la piedra de toque donde nos estamos centrando todos los médicos de mutua", insistió Morales.
El objetivo es, para los médicos laborales, rebajar las cifras pero dando calidad asistencial y asistencia humana. La fórmula para controlar este gasto estaría, en palabras de Morales, en "ser estrictos en la concesión de las bajas", dando la baja "exclusivamente" a aquellos trabajadores que deben dejar de trabajar para solucionar su problema sanitario. Asimismo, deben adecuarse los tiempos de duración de los procesos y de las bajas a los estándares, revisar a los pacientes de forma periódica para poder cerrar los casos.
"No podemos dar el alta mecánicamente, sino después de una exploración clínica. Éste tiene que ser un proceso personalizado con gente formada", subrayó el presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Asistencial Laboral —la única de este tipo que hay por el momento en nuestro país—.
Los médicos que manejen bajas deberían ser más estrictos y para ello una parte esencial es poder dedicar al paciente "una consulta de algo más de dos minutos". "Actualmente no se es todo lo riguroso que se debería ser", corroboró Morales.
En este sentido, los médicos mutualistas insisten en que la colaboración entre unidades de salud laboral, los médicos de mutua y los de Atención Primaria podría ahorrar "millones de euros". Esta colaboración se está intentando llevar a cabo en Canarias a través de jornadas para concienciar a los médicos de que se coordinen con los de las mutuas. "Todos trabajamos para el mismo dueño. Es absurdo que tengamos peleas y que pensemos quién gasta más o menos", comentó.
Hoy en día las mutuas gestionan el 50 por ciento de las bajas de enfermedad común y casi el 100 por cien de las bajas por accidentes de trabajo o enfermedad profesional. Esto indica que se está produciendo una "migración masiva" de la Seguridad Social a las mutuas. Tendencia que se explica —según Morales— porque éstas "tienen más tiempo", más medios y gestionan la baja con más efectividad al durar menos y por lo tanto, ahorran más dinero, especialmente en las bajas por contingencia común.
En cuanto al diagnóstico de enfermedades profesionales, Morales admitió que se declaran como tales menos de las que realmente son, debido a que las patologías laborales siempre suponen "un mayor nivel de exigencia para las empresas y un mayor número de personas implicadas".
Un caso claro sería el de los tumores producidos por agentes cancerígenos, puesto que la demostración en estos casos es larga y debe demostrarse una exposición prolongada al agente causal por lo que se debería determinar cuál es el tiempo de exposición al agente externo para que se produzcan efectos. "Se diagnostican menos enfermedades profesionales de las que realmente son y eso va en detrimento de los accidentes laborales, aumentando la cifra de estos últimos", concluyó.
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