Miles de palestinos, acosados por la inseguridad y la falta de empleo en Cisjordania y la franja de Gaza están tramitando visados, incluso de Cuba, para establecerse en el extranjero.
Unos 10.000 palestinos emigraron entre junio y octubre pasados, y otros 45.000 cursan en la actualidad los trámites para abandonar esos territorios, según Ahmed Suboh, viceministro de Información de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), citado hoy por el diario Maariv.
La mayoría prefiere Noruega, Francia y Alemania, pero la condición que ponen todos, y entre ellos los profesionales, es 'trabajo y un futuro para nuestros hijos'.
Afectados por la crisis económica, y agobiados por las restricciones impuestas por el Ejército israelí en Cisjordania y por los crecientes enfrentamientos internos, especialmente en Gaza, los palestinos buscan el momento de marcharse.
Según ese rotativo israelí, uno de los países preferidos es Cuba, que cobra 1.500 dólares por sus visados para establecerse en la isla, lo que pueden pagar los más pudientes.
En Chile y Centroamérica existen importantes comunidades de palestinas, muchos procedentes de Belén, de donde desde hace décadas se marchó gran parte de la población, en particular la comunidad cristiana, ahora minoritaria en esa ciudad cisjordana.
El encierro físico en que se hallan y los altos índices de desempleo amenazan constantemente con el hambre a vastos sectores de la población de Gaza, sólo aliviados por las aportaciones de la UNWRA, el organismo de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos.
Según datos del banco Mundial, 1,4 millones de palestinos en Gaza viven en condiciones de pobreza, con el equivalente a 2,30 dólares por día.
En medios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) existe el temor que la corriente de migratoria se convierta en un 'fuga de cerebros'.
Decenas de miles de palestinos perdieron sus puestos de trabajo en Israel y otros 160.000, empleados públicos de la ANP, entre estos maestros, médicos y agentes de seguridad, llevan ocho meses cobrando sólo anticipos de sus sueldos debido al boicot de la comunidad internacional contra el Gobierno de Hamás.
Según un sondeo elaborado por la ANP y mencionado por el diario israelí, el 44 por ciento de los jóvenes desearía marcharse al extranjero. Hace dos años esa cifra era el 25 por ciento.
Un agente de viajes, Mohamed Moin, relató que 65 de sus clientes que consiguieron un visado para establecerse en Cuba fueron devueltos a Gaza cuando llegaron a Egipto, lo que se atribuye a presiones de funcionarios de la ANP para detener la actual corriente.
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