Más de la mitad (el 56%) de las empresas encuestadas cree que sus planes de pensiones representan un riesgo financiero moderado para sus organizaciones, mientras que otro 16% piensa que plantean un gran riesgo, según un nuevo estudio de Mercer Human Resource Consulting realizado a nivel mundial con la colaboración de más de 300 empresas. De las organizaciones con sede en el Reino Unido, el 29% cree que el riesgo es serio, seguidas muy de cerca por un 24% de las que tienen sede en Europa Continental. En contraste, sólo un 9% de las empresas de Estados Unidos consideran que están corriendo un gran riesgo.
Jaime Nieto-Márquez, director de previsión social de Mercer HR Consulting, cree que “las empresas se están dando cuenta del hecho de que necesitan gestionar la provisión de fondos de sus planes de pensiones dentro del contexto general de sus finanzas corporativas, y no como una entidad aparte. Permitir que el déficit de un plan se desarrolle puede dañar gravemente los beneficios y afectar el crecimiento del negocio, por lo que las empresas no pueden permitirse descuidar los riesgos”.
Nieto-Márquez añade que “Europa ya ha experimentado un aumento en la regulación de las pensiones y una mayor presión en la transparencia de la contabilidad. Esta tendencia está creciendo en estos momentos y, más recientemente, se ha puesto de manifiesto en cambios producidos en Estados Unidos, como la Ley de Protección de Pensiones y la FAS158. Como resultado de ello, las organizaciones de Estados Unidos que más se preocupan por sus planes de pensiones podrían sentir la necesidad de empezar a gestionar sus riesgos de una manera más directa”.
“Durante estos últimos años, la legislación de los planes de pensiones le ha apretado las tuercas a las empresas del Reino Unido y algunas de ellas ya están empezando a sentir claramente el apretón”, resalta Nieto-Márquez. “Con la introducción de las contribuciones del Fondo de Protección de Pensiones y de normativas de provisión de fondos más estrictas, no resulta sorprendente que haya un mayor número de firmas del Reino Unido que consideren que están corriendo un riesgo sustancial”.
La mayor preocupación entre las empresas del Reino Unido, en cierta medida, no resulta nada sorprendente dado que sus exposiciones medias a las pensiones es casi el doble que en Estados Unidos -los pasivos brutos de las pensiones para las empresas del FTSE100 son un 28% de la capitalización del mercado, en comparación con una cifra equivalente de un 15% de las empresas del S&P500-.
Cambios en el diseño de los planes
Alrededor de 6 de cada 10 encuestados (el 60%) afirma haber tenido ya o estar pensando en efectuar cambios en la provisión de sus prestaciones en los próximos dos años. Europa Continental tiene la más alta proporción de empresas que han decidido cambiar el diseño de sus planes de pensiones (el 78%), seguida por el Reino Unido (el 72%) y Estados Unidos (el 54%). Mientras, en España, este proceso de transformación ya tuvo lugar fundamentalmente entre los años 2000 y 2002, como consecuencia de la normativa de exteriorización, que fue aprovechada por las empresas españolas para reducir los riesgos de la prestación definida produciéndose transformaciones masivas desde prestación hacia aportación definida.
El 60% de las empresas con sede en Europa Continental han cerrado sus planes de prestaciones definidas para los nuevos empleados en los últimos dos años, o pronto lo harán, en comparación con un 50% en el Reino Unido y un 40% en Estados Unidos. Además de esto, las empresas de Europa Continental son las que más probabilidades tienen de congelar sus planes de prestación definida para todos los miembros (24% en comparación con un 22% en Estados Unidos y un 14% en el Reino Unido).
En España ya se están empezando a notar las consecuencias de la introducción de las IAS (Normas internacionales de contabilidad), ya que si hasta ahora eran pocos los planes de prestación definida que todavía quedaban vigentes, las fuertes restricciones y controles que estas normas establecen, están casi eliminando la creación de nuevos planes de prestación definida, salvo a nivel directivo.
“Resulta interesante que las empresas con sede en Europa Continental sean actualmente las más activas en reducir las prestaciones de los miembros, dado la reputación que tiene la región de contar con estrictas leyes laborales y sindicatos de enorme influencia”, explica Nieto-Márquez. “Aunque esto podría deberse a que las empresas de Estados Unidos y las del Reino Unido han entrado antes en el juego. Los resultados demuestran que las empresas de todo el mundo están dando respuesta a los mismos problemas de contención de riesgos”.
En consecuencia, las empresas de la Europa Continental son las que en mayor número están introduciendo o ampliando sus planes de aportación definida (un 69%) como alternativa para la provisión de prestación definida. La proporción de empresas que desarrollan sus enfoques de aportación definida en Estados Unidos y en el Reino Unido asciende a un 54% y un 52%, respectivamente.
Inversiones
Los resultados del estudio muestran que las empresas están empezando a tomar decisiones de inversión que tienen en cuenta el perfil de las pensiones en régimen de prestación definida, con más de una cuarta parte (26%) pretendiendo incrementar la cobertura de los tipos de interés a través de rentas fijas y/o derivados en los próximos dos años. Luis Vadillo, consultor de Mercer Investment Consulting, señala que “mucho se ha hablado sobre el aumento de las operaciones de equilibrio o matcheo de las prestaciones (pasivos) con los activos, pero ahora los promotores y las comisiones de control de los planes parecen estar poniendo en práctica sus palabras. El uso de derivados para este propósito parece estar experimentando un rápido crecimiento en el Reino Unido y Europa, mientras que los fondos de pensiones en Estados Unidos se están centrando en realizar el equilibrio o matcheo a través de inversiones directas en bonos, y no con derivados”.
Invertir en activos alternativos para aumentar los rendimientos y diversificar las carteras también está cobrando un mayor interés, con un 26% de los encuestados pensando en aumentar las asignaciones a hedge funds, fondos de capital riesgo y/o los fondos de infraestructuras.
Analistas
Sólo un 40% de los encuestados cree que los analistas de inversiones son exactos a la hora de evaluar el impacto de sus planes de pensiones en el valor de sus empresas. Una quinta parte dijo que los analistas exageran o subestiman el efecto, mientras que el 40% restante de los encuestados no sabe cómo los analistas están evaluando el impacto financiero de sus planes de pensiones.
Vadillo destaca que “al margen de que las empresas crean o no que sus planes de pensiones son importantes para sus resultados financieros generales, es importante que aseguren que sus puntos de vista sean compartidos por sus analistas. Esperamos que aumente el número de empresas que estén trabajando en esto, ya que cada vez es mayor la atención que prestan los analistas a las pensiones y otras prestaciones de jubilación a la hora de evaluar las expectativas de las empresas”.
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