Es una vez al año y todos los trabajadores parecen disfrutar de la fiesta. Son las comidas de empresa típicas de estas fechas. Un rato más que compartir con los compañeros y en el que, algunos, ven fundamental el invertir buenas dosis de humor.
Por o sin compromiso, al final, estos días, los restaurantes se llenan. Una costumbre, la de celebrar las navidades con la empresa, que no es tan nueva. Eduardo, a sus 80 años, lleva media vida sin perderse una sola de estas fiestas.
Y el cuerpo aguanta, sobre todo el de algunos, mucho alcohol. Afortunadamente, parece que, a diferencia de años anteriores, estas navidades son menos los que cogen el coche después de la comida de empresa. Un agente de la Guardia Civil dice que "hemos hecho unas treinta pruebas y ninguna ha dado positivo. Es una buena señal".
Respeto al volante o, quizá, muchos este año, miedo simplemente a perder puntos. Sea como sea, lo importante es que la fiesta acabe en casa.
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