Los periodistas transalpinos están en huelga. Con este apagón informativo, el más largo de los convocados hasta el momento, repiten por decimotercera vez una reivindicación que dura 664 días: quieren que se renueve un convenio colectivo que caducó hace más de dos años y que los editores del país no tienen intención de aceptar.
Según informa La Razón, las medidas de presión utilizadas por los trabajadores sobre las empresas editoras han ido creciendo. Se empezó con pequeñas protestas, se continuó con huelgas y manifestaciones; y se ha culminado con paros de varios días y plantones a la hora de firmar los artículos: periódicamente, desde hace semanas, los rotativos e informativos amanecen sin más rúbrica que la del director.
La protesta ha sido secundada por varios destacados políticos, entre ellos los dos últimos presidentes de la República (Carlo Azeglio Ciampi y Giorgio Napolitano), así como por varios ministros y los presidentes del Parlamento y el Senado. La queja va más allá de una mera cuestión salarial ya que, según asegura el sindicato de informadores, «con las condiciones actuales de trabajo, la libertad de expresión está bajo mínimos. Cuando no hay seguridad laboral, los periodistas se pliegan con más facilidad a las restricciones y censuras de los empresarios».
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