La reforma fiscal incluye cambios que, por regla general, no benefician a los planes de pensiones. Se elimina la deducción del 40% al rescate en forma de capital, se reducen los límites de aportación con derecho a deducción en el IRPF y se establece un límite conjunto para la empresa y para el trabajador.
Sin embargo, a partir del 1 de enero los jubilados podrán seguir haciendo aportaciones a su plan de pensiones para él mismo. Hasta ahora una vez que se llega a la jubilación sólo se podían hacer aportaciones para el fallecimiento, es decir que nunca el partícipe podría beneficiarse de estas cantidades.
Asimismo, se respetan los derechos adquiridos y la reducción del 40% para el rescate en forma de capital también se la podrán aplicar todas las cantidades que se hayan aportado al plan hasta el 31 de diciembre de 2006, con sus intereses.
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