Miles de guardias civiles, acompañados por sus familiares, se concentraron en la Plaza Mayor de Madrid para exigir al Gobierno el cumplimiento de su programa electoral y la "dignificación" de sus condiciones laborales.
El acto de protesta, convocado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), supone la primera manifestación en la historia de este cuerpo en la que los miembros del Instituto Armado reivindicaron sus "derechos" vestidos con el uniforme reglamentario.
"Somos civiles, no militares" y "Zapatero embustero" fueron algunos de los lemas que corearon sin cesar los guardias civiles para exigir al Ejecutivo que cumpla las promesas electorales del su programa político: el reconocimiento de las asociaciones profesionales en el seno de esta institución y la reforma del régimen disciplinario que les desvincule de la jurisdicción militar.
Fuentes de la AUGC denunciaron haber recibido presiones por parte del PSOE, hasta última hora de la noche de ayer, a través del portavoz en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, Antonio Hernando. Según explicaron, este parlamentario les advirtió de la ilegalidad que supondría llevar a cabo un acto de protesta con el uniforme del cuerpo.
De hecho, los guardias civiles se enfrentan a una sanción grave por acudir con su vestimenta reglamentaria que, según la normativa vigente, podría incluso suponer la expulsión del cuerpo. El secretario general de la AUGC, Joan Miquel Perpinyá, calificó de "maniobra" la presentación hace siete días de un anteproyecto de Ley para la reforma del régimen disciplinario. Perpinyó calificó esta iniciativa de "insuficiente" y advirtió de la "imposibilidad" de que se apruebe en la presente legislatura, por los tiempos derivados del trámite parlamentario
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