CEOE-CEPYME, CCOO y UGT suscribieron hoy el principio de acuerdo que alcanzaron para renovar el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva (ANC) para 2007, cuya principal novedad está en las medidas incluidas para garantizar la igualdad de género en las empresas.
El texto del preacuerdo será sometido a debate y votación de los órganos de dirección de cada una de las organizaciones en los próximos días, y la firma oficial -en la que participan los máximos dirigentes de los empresarios y de los sindicatos- se producirá el próximo 6 de febrero.
El ANC recoge una serie de indicaciones que los negociadores de ambas partes -empresarios y sindicatos- utilizan para acordar los distintos convenios colectivos de sectores y empresas.
El preacuerdo firmado hoy pretende dar continuidad a compromisos que incluyan seguridad para los trabajadores y flexibilidad para las empresas.
También destaca que, 'como en años anteriores', el principal objetivo del ANC es dar una visión compartida por las organizaciones firmantes 'sobre la necesidad de impulsar la competitividad de la economía española, que le permita afrontar en mejores condiciones los cambios producidos por la ampliación europea, los procesos de liberalización del comercio mundial, la coyuntura económica y sus efectos en el empleo'.
El primer ANC data de 2002 y fue firmado por el presidente de los empresarios José María Cuevas y los secretarios generales de CCOO y de UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, en la sede del Consejo Económico y Social (CES).
La principal recomendación era que las subidas salariales siguieran la siguiente fórmula: subida del IPC, más reparto de la productividad, más una cláusula de revisión que se activa cuando el IPC real de final de año supera al previsto y que impide que los trabajadores pierdan poder adquisitivo.
El 30 de enero de 2003, Cuevas, Fidalgo y Méndez volvieron a firmar para ese ejercicio el llamado pacto de los convenios, en el que incluyeron como novedades la figura del 'teletrabajo' e incorporaron un apartado sobre la igualdad de trato para jóvenes, mujeres, minusválidos e inmigrantes.
Además, en materia de subcontratación se recomendaba reforzar la información y la coordinación de los trabajadores y delimitar qué actividades eran las más óptimas para la externalización.
Para 2004, los agentes sociales decidieron prorrogar el ANC de 2003, debido a que las circunstancias económicas y sociales de 2002 seguían vigentes, según afirmó Fidalgo en el acto de rúbrica (el 23 de diciembre de 2003).
La firma para 2005 se hizo esperar hasta el 4 de marzo de ese año e incluía como novedades medidas para controlar el absentismo laboral y aspectos para fomentar la responsabilidad social de las empresas y el respeto al medioambiente.
Asimismo, se decidió facilitar el acceso al mercado laboral de las mujeres afectadas por la violencia de género.
En 2006 se volvió a optar por la fórmula de la prórroga, al entender que los pactos de 2005 contribuyeron a mantener el empleo y a moderar los salarios.
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