El economista español José Manuel González Páramo, miembro del Banco Central Europeo (BCE), afirmó ayer que la Unión Europea 'esta obligada' a cumplir los objetivos fijados en la llamada agenda de Lisboa.
'No hay alternativa. La UE no tiene más remedio que cumplir con la estrategia de Lisboa', dijo Páramo, que exhortó a los gobiernos comunitarios a acelerar el proceso de reformas incluido en esa agenda y a mantenerse fiel a la consolidación presupuestaria pese a que las cifras sean cada vez mejores.
Páramo, que participa en el IV Foro hispano-alemán inaugurado este lunes por el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, José Caldera y el titular alemán de Interior, Wolfgang Schauble, recordó que el principal desafío de la eurozona es aumentar la productividad, que sigue muy por debajo de la estadounidense.
La falta de productividad hizo que la renta percápita europea creciera también menos que la estadounidense, lo que equivale a una 'pérdida de bienestar a medio plazo', precisó.
González Páramo añadió al problema de la productividad en la eurozona, en comparación con Estados Unidos, el envejecimiento de la población europea -menos que en Japón pero más que en EEUU- y el reto que supone la globalización.
Cuestionó al respecto el mapa del comercio exterior de la UE, excesivamente concentrado a su juicio y no precisamente en las zonas de mayor dinamismo económico.
'Las exportaciones de la eurozona se concentran en Reino Unido, Rusia y países de su órbita económica, y no en China o Estados Unidos. Es decir, nuestras exportaciones se concentran en las zonas menos dinámicas del planeta y además se refieren a productos tecnológicos de calidad media', lamentó.
Por ello, destacó González Páramo, la UE debe aplicar la agenda de Lisboa, que prevé un incremento de la productividad y de la competencia, la reforma del mercado laboral y la incentivación empresarial siempre 'en el marco de una política macroeconómica orientada a la estabilidad'.
El presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, declaró ante el mismo foro, que en la sesión vespertina debatió las perspectivas económicas europeas, que el balance de la llamada estrategia de Lisboa de la UE es 'bastante decepcionante' pese a los logros puntuales y aislados logrados en algunas zonas de Europa.
'No avanzamos a la velocidad adecuada', dijo Ackermann, que recordó que si la economía mundial creció el pasado año un 5 por ciento, la Unión Europea lo hizo sólo un 2,5 por ciento.
Ackermann opinó que en el sector servicios, por ejemplo, hay un potencial que hay que aprovechar y abogó asimismo por la adopción de una política europea en materia energética.
El presidente del Deutsche Bank criticó los 'pésimos avances' hechos en el desmantelamiento de la burocracia prometido en la estrategia de Lisboa y recordó que si los trámites burocráticos se reducen en un 25 por ciento, la economía comunitaria podría crecer un 1,5 por ciento más de aquí al 2012.
'Las empresas alemanas se enfrentan a barreras burocráticas que impiden su efectividad', dijo Ackemann, y recordó a los Estados 'su obligación de cumplir sus compromisos en Lisboa'.
'La mejor forma de que las empresas mantengan su competitividad y de creen empleo es asegurando la eficiencia de los mercados nacionales y comunitario', agregó.
El IV Foro hispano-alemán, que reúne un centenar de empresarios, académicos e intelectuales de ambos países, concluye hoy con un coloquio sobre 'Una política energética común' que contará, entre otros ponentes, con el comisario europeo para Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, y el ex canciller federal, Gerhard Schroder.
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