La necesidad de cubrir económicamente la jubilación ha llevado a que el 49% de la población ocupada española (9,8 millones de personas) tuviera constituido una plan de pensiones en el 2006, según datos de Inverco, la patronal del sector de inversión.
La cifra "resulta bastante significativa, dado el corto periodo de existencia de los sistemas complementarios (19 años)". Si el número de partícipes se compara con el de 1995, el crecimiento registrado es del 476,4% en la última década.
España se encuentra en la parte baja de la horquilla que definen los países de nuestro entorno, donde entre el 50% y el 100% de la población ocupada está cubierta por planes de pensiones. La comparación, sin embargo, no se aguanta en el sistema de empleo, donde tan solo el 9% de la población ocupada tiene cobertura.
Con cierta lógica, no son los poseedores de las rentas más elevadas quienes suscriben pensiones, sino los de rentas más bajas. El 52% de los que aportan a planes declararon ingresos inferiores a los 24.000 euros, y el 75% declararon rentas por debajo de los 36.000 euros, según datos de la Administración Tributaria.
Se eleva el número de trabajadores preocupados por su futuro económico y también el de los partícipes que siguen con cierto detenimiento cómo gestiona su plan la entidad financiera. Durante el 2006, el 15% del patrimonio de sistema individual fue movilizado por los beneficiarios, lo que significa que se traspasó de una entidad financiera a otra.
El patrimonio total de estos productos de previsión fue de 81.192 millones de euros, un 11,4% más que en el ejercicio anterior. La rentabilidad media a un año fue del 5,23% para el conjunto de los productos, que en su mayor parte (46%) siguen concentrados en renta fija.
Los comentarios están cerrados.