El mayor aumento de los costes laborales unitarios en España y el menor incremento de la productividad son los responsables del diferencial de precios de la economía española respecto a la zona euro, según señala el Servicio de Estudios de 'La Caixa' en su informe económico del mes de febrero.
El informe, al que tuvo acceso Europa Press, indica que los costes laborales unitarios reales en el sector de bienes en España crecieron un 1,6% entre 2000 y 2006, frente al aumento del 0,6% en la Eurozona. Por el contrario, la productividad del sector de bienes creció en España un 0,9% en el mismo periodo en comparación con el aumento del 1,6% en la zona euro.
A la vista de estos datos, la entidad financiera señala que el diferencial de precios entre España y sus principales socios comerciales viene explicado "casi en su totalidad" por el diferencial de inflación del sector de bienes, mucho más que por la diferencia de precios en el sector servicios, a pesar de que éstos han experimentado una mayor inflación en los últimos años.
"Aunque el componente de servicios tenga un diferencial mayor que el componente de bienes, su contribución al diferencial total es menor debido a su menor peso", añade 'La Caixa', que explica que el componente de bienes representa el 65% del IPC.
PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD
De esta forma, subraya que dado que los costes laborales en el sector de bienes han crecido más que la productividad en España, está clara la pérdida de competitividad de la economía española y sus posibles consecuencias futuras sobre el crecimiento de las exportaciones, del PIB y del empleo.
En cuanto al efecto que tiene sobre la inflación el encarecimiento del crudo, 'La Caixa' afirma que el peso de la energía en la cesta del IPC de España es aproximadamente el 9%, lo que implica que una subida de los precios energéticos del 10% añade de manera indirecta 0,9 puntos porcentuales a la tasa de inflación.
Así, en los últimos tres años, la tasa de inflación interanual en España excluyendo los bienes energéticos ha oscilado en un rango de entre el 2,4% y el 3,3%, mientras que la tasa de inflación general se ha movido en unos porcentajes mucho mayores, de entre el 2,1% y el 4,2%.
En cambio, excluyendo los precios energético, la misma subida del 10% del crudo tendría un efecto de unas dos o tres décimas en el índice general al cabo de un año, si bien la entidad financiera precisa que este efecto desaparece con el tiempo y la inflación subyacente –que excluye los precios energéticos y los alimentos frescos– vuelve a su nivel tendencial.
Además, 'La Caixa' apunta que las subidas del precio del crudo pueden generar 'efectos de segunda ronda' en los salarios, toda vez que los trabajadores pueden demandar aumentos salariales que compensen su pérdida de poder adquisitivo o incluso negociar por anticipado cláusulas automáticas de revisión salarial.
Los encarecimiento del petróleo pueden tener efectos también sobre las expectativas. 'La Caixa' subraya que este efecto ocurre porque una subida en el nivel de inflación tiende a aumentar las expectativas de inflación futuras porque los contratos sobre salarios se negocian al alza y las revisiones de precios por parte de las empresas también se ajustan a esta realidad esperada.
'SHOCK' PETROLÍFERO SIN EFECTOS
En cualquier caso, recuerda que en los últimos años, la economía mundial y también la española han sufrido un nuevo 'choque petrolífero', pero los índices de precios sólo han notado el encarecimiento de la energía en los subíndices correspondientes a los productos energéticos y no ha habido transmisión a otros precios ni apenas a los salarios.
La clave, según 'La Caixa', ha estado en dotar de independencia a los banqueros centrales, clarificar el objetivo de estabilidad de precios y resistir los "cantos de sirena" de las políticas fiscales que prometen mejoras a corto plazo en el crecimiento y el empleo, pero que a medio plazo resultan "desastrosas".
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