Miles de operarios del fabricante de automóviles, filial de la francesa Renault, exigen a la dirección un aumento de sus salarios del 26%. Los sindicatos advierten que si no logran ese objetivo, la plantilla dejará de producir el modelo Logan a partir del 25 de febrero.
Dacia se ha convertido en una lucrativa empresa para su cada matriz gracias al éxito del Logan, el coche "low cost", cuyas ventas se dispararon el año pasado casi un 20%. La facturación y los beneficios han aumentado también dos dígitos. La dirección propone situar el salario en 326 euros mensuales, ahora ronda los 285 euros. Los sindicatos que representan a los 11.000 empleados de Dacia estiman que esa remuneración no se compagina ni con las ganancias de la compañía, ni con su productividad.
Rumanía es un destino favorito de los fabricantes de automóviles debido a su bajo coste laboral, su ventajoso régimen fiscal y el acceso a los mercados emergentes de la Europa Oriental.
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