Unos 200 internos de la cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre están ejerciendo un oficio dentro del centro penitenciario; mientras que casi 400 reclusos están cursando distintos estudios, desde carreras universitarias hasta la educación secundaria, según indicó el director de la prisión, Antonio Guerrero.
Guerrero señaló que hay dos talleres de carpintería de aluminio a donde se hacen encargos desde empresas de la provincia. En este punto, explicó en declaraciones a Europa Press que cuentan con maquinaria «muy moderna» para realizar las ventanas, puertas o cierres distintos.
Asimismo, señaló que la prisión tiene su propia panadería «donde se hace todo el pan que se consume en la cárcel al día», que son unas 5.000 piezas, y destacó que éstos «tienen que trabajar durante toda la noche para tener listo el producto por la mañana».Indicó que también está como taller la cocina, en la que trabajan más de 30 internos, en turnos de mañana y tarde, los cuales «tienen su sueldo» y cuentan con el asesoramiento de unos cocineros profesionales que les dirigen.
Guerrero aseguró que para estos trabajos, controlados por el Organismo Autónomo de Trabajos Penitenciarios y Formación para el Empleo, la primera opción es la de los reclusos penados y no los presos preventivos, puesto que de los primeros «sabemos el tiempo que va a estar y por el que se les puede dar de alta en la Seguridad Social».
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