La mayoría de los productos financieros tradicionales (hipotecas, cuentas, depósitos, créditos personales, tarjetas, etcétera) tienen unas condiciones para este colectivo muy ventajosas y, en muchos casos, por debajo del precio que tienen en el mercado, según la oferta de condiciones en productos que tienen entidades como Santander, BBVA, La Caixa, Banco Popular, Sabadell, Deutsche Bank o Unicaja.
Esto no es un tema baladí dada la importancia de este colectivo por su magnitud y capacidad económica. La banca tendrá ahora alrededor de 260.000 empleados –a finales de 2005 había más de 254.000 trabajadores de banca, según el Banco de España–, unas cifras que le convierten en una de las fuerzas laborales más grandes de España.
A esto une la pujanza de este colectivo en cuanto a su nivel económico, lo que también les convierte en una pieza codiciada por las propias entidades financieras. Aunque no se conocen cifras de cuánto volumen de negocio mantienen los propios empleados en las entidades. “Es una cifra de díficil cuantificación”, explica José Luis Talavera, director de administración de recursos humanos de Grupo Banco Sabadell.
Además, este colectivo tiene su importancia si se tiene en cuenta la intensa competencia que se ha desatado en el mercado español entre las entidades, lo que está generando una sinfín de campañas en torno a hipotecas, domiciliación de nóminas o depósitos. Pero aún con esas, las condiciones de bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito a sus trabajadores son imbatibles.
El caso más llamativo se encuentra en la hipoteca, el principal producto financiero dado el elevado grado de vinculación que proporciona a la entidad con su cliente. Si en el mercado un consumidor se pueden encontrar hipotecas con los diferenciales más reducidos en 0,25% (hipoteca joven de Caja Duero), 0,28% (correspondiente a un producto de Activobank, unidad de banca online de Sabadell) o 0,29% (de Uno-e, banco por Internet de BBVA), los productos a empleados superan con creces estas cifras.
En muchas entidades las hipotecas para empleados cobran euribor menos un diferencial que oscila entre 0,75% y el 0,25% o aplican un tipo resultante que es euribor a un año menos un porcentaje que oscila entre un 30% o un 35%. “Obviamente las propuestas de los empleados, como cualquier otro cliente, también pasan por el análisis de riesgos de la entidad”, explican en un banco.
El abanico de poderosas condiciones se extiende a las tarjetas, que en muchas entidades están exentas de comisión de emisión y mantenimiento; a los seguros, donde se aplican descuentos, por ejemplo, en los de vida; a los créditos al consumo: y a los productos de pasivo. La remuneración de las cuentas para empleados en las que se recibe la nómina varía desde una estructura de euribor menos un diferencial, hasta un tipo nominal anual, que oscila entre un 1% y un 2%.
Juan Javier Andrés
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