La preocupación laboral se extiende por todas las instalaciones de Delphi Automotive Systems, según confirmaron fuentes del sector de equipos y componentes de automoción. Mientras tanto, la plantilla de la multinacional en la Bahía de Cádiz defiende sus puestos de trabajo e intenta impedir el anunciado cierre de la factoría con manifestaciones, denuncias, concentraciones y presencia en el centro. Delphi cuenta en España, junto con la factoría gaditana, con dos fábricas en Cataluña, tres en Zaragoza y una en Pamplona.
Con independencia de que el cierre de las instalaciones de Puerto Real sea ilegal al haber recibido la empresa subvenciones de la Junta e incumplir compromisos, el Gobierno central se han puesto manos a la obra para frenar o paliar los efectos de la deslocalización industrial en amplias áreas territoriales de España. Consciente de que el problema desborda los límites de una autonomía concreta, la comisión de seguimiento del diálogo social, de ámbito estatal, se reunirá el próximo día 28 para abordar, entre otras cuestiones, la situación .
El futuro de la industria española figura en la larga lista de temas incluidos en la declaración de diálogo suscrita por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero nada más llegar a La Moncloa en 2004. Pero es ahora cuando parece que el Ejecutivo central, CEOE y los sindicatos van a abrir en breve la mesa correspondiente. CCOO y UGT lamentan que durante años los problemas industriales del país “hayan estado aparcados” o “metidos en un cajón”.
Unificación de la producción
Respecto a Delphi, sus factorías de Cataluña están ubicadas Sant Cugat y Sant Vicenc dels Horts (Barcelona). Para CCOO, el futuro de la primera de estas empresas es el más despejado ante posibles ajustes. Opinión compartida por UGT. No obstante, los planes que se vislumbran apuntan a la unificación de la producción.
En Zaragoza, la principal instalación se encuentra en Tarazona, sometida a un expediente de regulación de empleo. Las salidas, vía bajas incentivadas, han sobrepasado las previsiones. La situación de esta zona es muy distinta a la de Cádiz. En el entorno de Tarazona existen alternativas laborales que impedirán que los excedentes laborales de Delphi se conviertan en un problema social. En relación con Navarra, la planta, de momento parece productiva, por lo que no se descarta su venta en buenas condiciones.
Dependencia extranjera
Por otro lado, un diagnóstico consensuado entre el Gobierno, la patronal SERAUTO y las principales centrales CCOO y UGT ofrece una radiografía del sector de equipos y componentes de automoción nada halagüeña y muy dependiente de las multinacionales. Como primera característica aparece la actividad en España está desarrollada por empresas alemanas, estadounidenses y francesas, que concentran el 86% del capital extranjero. El documento refleja también que su aportación al valor de un vehículo supone alrededor del 70% del total; y que un puesto de trabajo en una planta constructora de automóviles se ve acompañado por entre tres y cuatro empleos en la industria complementaria.
La estructura laboral del sector presenta un 23,13% de temporalidad. La antigüedad indica que un tercio de las plantillas lleva menos de tres años en las empresas; otro tercio, entre tres y 10 años; y sólo el 30% restante supera la década. La mayor proporción de empleados (56%) está comprendida entre los 31 y los 50 años de edad. En el 41% de los casos, el nivel de estudios es primario y en un 30%, de formación profesional.
Las empresas de mayor plantilla son las que registran los porcentajes más elevados de accionariado extranjero. Las compañías de más de 500 trabajadores representan el 74% frente al 14% de las sociedades con menos de 50 empleados. Consecuencia de la alta concentración del sector, se observa que el 78% de la facturación corresponde a las grandes empresas, mientras que las que cuentan con menos de 50 empleados absorben únicamente el 1%.
En cuanto a la especialización de la industria de componentes, el diagnóstico contempla una mayor presencia de compañías dedicadas a productos de “carrocería” con un 30% del total del sector. Los fabricantes de “equipos de motor” y “transmisión” y de “equipo chasis” representan el 24% y el 21% respectivamente; mientras que los que se encargan de “equipos eléctricos” se quedan en el 11%.
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