Según el ministro, en esa fecha habrá unos 50 millones más de personas capacitadas para trabajar, pero sólo se crearán 40 millones de nuevos empleos.
China necesita crear cada año 13 millones de puestos de trabajo en las áreas urbanas para paliar los despidos de obreros y acoger a los nuevos licenciados universitarios, funcionarios y trabajadores inmigrantes.
La transición de una economía planificada a otra de mercado adoptada hace 20 años originó, entre otros problemas sociales, una gran cantidad de desempleados por la reestructuración de las empresas estatales.
La situación obliga al ministro a no ser optimista, manifestó Tian al diario “Shanghai Daily”.
Actualmente, la comisión permanente del Congreso Popular Nacional analiza en Pekín un proyecto de ley para reactivar el mercado laboral. Según Tian, se necesita urgentemente una norma de este tipo. “Necesitamos con urgencia una ley de promoción de empleo dada la actual situación”, agregó.
Todos los niveles gubernamentales deberán crear sistemas de prevención para 'regular y controlar posibles casos de desempleo a gran escala', y el borrador prohíbe la discriminación de los que buscan trabajo por cuestiones de raza, género, religión, edad o discapacidad física.
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