Definición de acoso sexual: Cualquier comportamiento verbal, psicológico o físico no deseado, dirigido contra una persona por razón de su sexo y con el propósito de atentar contra su dignidad o de crear un entorno intimidatorio, hostil, humillante u ofensivo.
Tipos de acoso: Según el manual, existen tres tipos de acoso: acoso sexual leve, que incluye, entre otras conductas, chistes de contenido sexual sobre la mujer, piropos, comentarios sexuales o insinuaciones sexuales sobre las trabajadoras que, por otro lado, son las conductas de acoso más frecuentes. Acoso sexual grave, con abrazos o besos no deseados, tocamientos, pellizcos, acorralamientos. Por último, el acoso sexual muy grave, que existe siempre que se produce una fuerte coacción para mantener una relación sexual independiente de que haya contacto físico sexual.
¿Cómo saber si estás ante una situación de acoso sexual?: Si te cuentan chistes de contenido sexual sobre la mujer, si recibes piropos y comentarios sexuales, que te pidan reiteradamente citas, que te hagan gestos y miradas insinuantes, que te hagan preguntas sobre tu vida sexual. Que te pidan abiertamente relaciones sexuales, si hay un acercamiento excesivo, si te abrazan y te besan cuando no lo deseas. Cuando recibas tocamientos, pellizcos o acorralamientos. Cuando te presionen para obtener sexo a cambio de mejoras, que tengas que realizar actos sexuales bajo presión de despido.
Personas más propensas a sufrir acoso sexual: Mujeres separadas o divorciadas, mujeres jóvenes, mujeres de incorporación reciente a la vida laboral, personas que tienen una discapacidad o personas homosexuales.
¿Qué puedes hacer si sufres acoso sexual?: Avisa a las personas acosadoras de que te sientes acosada y que cesen en su comportamiento. No mantengas en secreto el acoso y no lo vivas sola. Puedes asesorarte e informarte con el Comité de Empresa o fuera de la empresa, con la Inspección de Trabajo, las secretarias de la Mujer de los sindicatos, la Oficina de Atención a las Víctimas del Ministerio de Justicia, los Colegios Profesionales, los Centros de Servicios Sociales o el Instituto de la Mujer, entre otras muchas instituciones. Recoge pruebas documentos, notas, escritos, grabaciones de conversaciones o de imágenes. Busca posibles testigos. Observa si el acoso tiene algún motivo e intenta en su caso describirlo. Busca el apoyo de los compañeros/as y en especial de aquellos/as que hayan sido objeto de acoso (puede que en algunos casos existan testigos). Y, si estás decidida a ello, siempre puedes denunciar ante la jurisdicción Social o Penal.
El papel de la empresa: Las empresas adoptarán las medidas necesarias para prevenir toda forma de discriminación por razón de sexo y, en particular, las relativas al acoso sexual en el lugar de trabajo. Entre otras, promoverán la elaboración de protocolos de actuación internos que ayuden a la prevención y que, en su caso, posibiliten la resolución, asesoramiento, asistencia, investigación y denuncia de los casos de acoso.
Las secretarias de la Mujer de los sindicatos UGT y CCOO, María José Olmos y Rosario González, volvieron a pedir ayer que, en los casos de acoso sexual que se produzcan en el trabajo, tenga que ser el denunciado el que pruebe y demuestre su inocencia. Una medida que, aunque se olvida de la presunción de inocencia -un derecho constitucional-, 'serviría para que se conocieran muchos casos que ahora no salen a la luz por el miedo que tiene la víctima', según Rosario González, de UGT.
Esta petición la hicieron ayer durante la presentación de un manual destinado a hacer frente al acoso sexual en el ámbito laboral. El objetivo de esta guía, en la que se tipifica un chiste verde o un piropo no deseado por la otra parte como acoso sexual leve, es dar respuesta y apoyo a las víctimas ante situaciones de acoso sexual, además de ofrecer algunas pautas para clarificar conceptos y determinar qué repercusiones pueden tener en la salud de las víctimas que lo sufren. En la presentación, que estuvo dirigida por la directora del Instituto de la Mujer, Paloma Recio, se pusieron de manifiesto los datos sobre acoso que se registraron el año pasado. En total, el Instituto de la Mujer, UGT y CCOO gestionaron un total de 44 denuncias por acoso sexual, ninguna presentada por hombres. No obstante, 21 de ellas, en manos de CCOO, fueron realmente demandas por mobbing, 'y es que pensamos que el mobbing es el siguiente paso que da un acosador sexual cuando es rechazado por la víctima'. Pese a todo, ninguno de esos casos llegó finalmente a un juicio, y pocos de ellos acabaron en un acto de conciliación.
El manual, del que se han distribuido 2.000 ejemplares y 1.000 discos compactos a centros de la Mujer, ayuntamientos, juzgados y otras instituciones, incluye información acerca de las características típicas del acosador, efectos sobre la persona acosada, así como sobre la responsabilidad de las instituciones en la prevención. Además, la guía trata el tema del marco legal existente respecto de esta problemática y concluye con un directorio de los servicios y recursos asociativos e instituciones de interés en esta materia. Según puso ayer de manifiesto Paloma Recio, el acoso sexual laboral está reconocido como un elemento que afecta a las condiciones de trabajo, y como un problema cada vez más grave que acarrea una serie de consecuencias negativas para la salud física y psicológica de las víctimas, así como para la propia empresa.
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